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¿Por mi bien?

R. C. Sproul

En 1993, mi esposa y yo nos vimos involucrados en un accidente ferroviario. El choque del Sunset Limited en una ensenada de Mobile Bay mató a más pasajeros que cualquier accidente de ferrocarril de la historia. Sobrevivimos a este espeluznante accidente, pero no sin un trauma constante. El accidente dejó a mi esposa con una constante ansiedad que no le permitía dormir en un tren por la noche. Yo me quedé con una lesión de espalda que me costó quince años de tratamiento y terapia para poder vencerla.

Sin embargo, con aquellas cicatrices del trauma, ambos aprendimos una profunda lección sobre la providencia de Dios. En este caso, la providencia de Dios para nosotros fue claramente de benigna benevolencia. También nos ilustró un inolvidable sentido de las tiernas misericordias de Dios. Por más que estemos convencidos de que la providencia de Dios es una expresión de su absoluta soberanía sobre todas las cosas, pensaría que la lógica conclusión de una convicción semejante sería el final de toda ansiedad.

La cosmovisión cristiana como narrativa maestra: la creación

Albert Mohler

Una vez que sabemos que Dios es la única explicación de los orígenes, podemos confiar en que sólo Él llevará esta historia a su final de un modo que toda la gloria sea para Él.

Una de las marcas registradas de la era posmoderna es, como explicó unos de sus principales teóricos, la “incredulidad frente a las metanarrativas”. Este concepto refleja la sospecha posmoderna con respecto a cualquier explicación maestra de la realidad del mundo y de la experiencia humana. Sin embargo, el cristianismo bíblico es una narrativa maestra de principio a fin. El cristianismo bíblico no es una mera fe que implica verdades esenciales, sino que es la historia del propósito que Dios tenía de redimir a la humanidad y de que la gloria fuera para sí mismo. Esta narrativa se nos revela como una historia maestra global, tan inmensa como el cosmos y tan detallada como para incluir a cada átomo y molécula de la creación.

El conocimiento del Dios que se revela a sí mismo

Albert Mohler

“El punto de partida para la cosmovisión cristiana”

La cosmovisión cristiana está estructurada, en primer lugar, por el conocimiento de Dios. No hay otro punto de partida para una cosmovisión cristiana auténtica, y tampoco hay un sustituto.

Uno de los principios más importantes del pensamiento cristiano es el reconocimiento de que no hay ejemplo de una neutralidad intelectual. Ningún ser humano es capaz de lograr un proceso de pensamiento que no requiera presuposiciones, suposiciones, o unos componentes intelectuales heredados. Todo pensamiento humano requiere una estructura presupuesta que defina la realidad y explique, en primer lugar, cómo es posible que podamos saber nada de nada.

¿Por qué necesito a Jesús?

R. C. Sproul

“Estoy satisfecho con mi vida, ¿por qué necesito a Jesús?”

Escucho esta frase en boca de mucha gente. Suelen decirme: “Simplemente no siento la necesidad de tener a Cristo”. ¡Como si el cristianismo fuera algo que se empaqueta y se vende en la Avenida Madison! Lo que estamos intentando transmitirle a la gente es: “Aquí hay algo que va a hacer que te sientas bien y todo el mundo necesita un poco de esto en su armario o en su nevera”, como si estuviéramos vendiendo un artículo que fuese a añadir un toque de felicidad a nuestras vidas.

¿Por qué recordar a Spurgeon?

Arnold Dallimore

Pocas vidas en toda la historia cristiana resultarán tan provechosas para el cristiano evangélico como la de C.H. Spurgeon.

Un ejemplo para orar

Al comienzo mismo de su ministerio, Spurgeon evidencia el valor de enseñar a una congregación a orar. A la edad de diecinueve años, se convirtió en el pastor de New Park Street Baptist Chapel en Londres y halló que, si bien se encontraba entre un grupo de personas que podían fácilmente orar en la debida forma, pocos de ellos oraban realmente.

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