![\"hermosura13930\"](\"https:\/\/www.ibrnj.org\/wp-content\/uploads\/hermosura13930.jpg\")
<\/a>Clifford Pond\n<\/strong>
\nEn los \u00faltimos a\u00f1os de mi adolescencia, y con un uniforme de las Fuerzas A\u00e9reas brit\u00e1nicas, muy lejos de casa, me encontraba en una iglesia que no me era familiar. No me acuerdo de la primera parte del culto, pero el serm\u00f3n fue inolvidable. En aquellos d\u00edas no hab\u00eda mucha espontaneidad en los cultos de adoraci\u00f3n, pero el Se\u00f1or retuvo esta ocasi\u00f3n en mi mente mediante la primera cosa informal que yo hab\u00eda escuchado jam\u00e1s en una iglesia. El pastor elev\u00f3 la oraci\u00f3n final, y entonces sucedi\u00f3. Comenzando de una manera muy callada, pero aumentando en fervor, toda la congregaci\u00f3n se puso a cantar:<\/p>\n
Que la hermosura de Cristo se vea en m\u00ed<\/em> El mensaje nos hab\u00eda cautivado a todos. Me pregunto si los dem\u00e1s recuerdan aquel culto con tanto agradecimiento como yo. \u201cY sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su prop\u00f3sito son llamados\u201d.<\/p>\n \u00bfCu\u00e1l es el \u201cbien\u201d hacia el cual ayudan \u201ctodas las cosas\u201d que nos suceden? Necesitamos el vers\u00edculo 29 para completar lo que Pablo est\u00e1 diciendo:<\/p>\n \u201cPorque a los que antes conoci\u00f3, tambi\u00e9n los predestin\u00f3 para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo\u2026\u201d<\/p>\n Pablo no nos est\u00e1 diciendo que, sin importar lo que nos sucede, escaparemos a los problemas graves. Tampoco nos est\u00e1 haciendo una afirmaci\u00f3n general de que alg\u00fan bien surgir\u00e1 de nuestras experiencias. Por el contrario, el ap\u00f3stol es muy espec\u00edfico en cuanto a que el Se\u00f1or hace que cada evento en la vida a\u00f1ada una nueva dimensi\u00f3n a nuestro crecimiento en la semejanza a Cristo. El Se\u00f1or puede estar d\u00e1ndonos experiencias dolorosas que ser\u00e1n \u00fatiles en nuestro servicio cristiano o para aconsejar a otros. \u00c9l puede estar fortaleciendo nuestra fe y haci\u00e9ndonos m\u00e1s agradecidos, m\u00e1s conscientes de nuestra dependencia de \u00c9l. Es posible que nosotros no entendamos por el momento si estas cosas son pertinentes en una determinada experiencia traum\u00e1tica, pero una cosa es absolutamente cierta: el objetivo de Dios es siempre hacernos m\u00e1s como su amado Hijo. Podemos ser dejados en la pobreza, tratados con injusticia o dejados totalmente aturdidos por lo que nos sucede. La respuesta a la pregunta \u201c\u00bfpor qu\u00e9?\u201d es siempre la misma: \u201cQuiero ver a mi Hijo reflejado en ti\u201d. Oh t\u00fa, Esp\u00edritu Divino, purifica toda mi naturaleza<\/em>
\nToda su maravillosa compasi\u00f3n y pureza.<\/span><\/em><\/p>\n
\nEn aquellos d\u00edas la gran batalla para los evang\u00e9licos era defender la deidad de Jesucristo. Si algunos se atrev\u00edan a hablar del ejemplo de Jes\u00fas, corr\u00edan el riesgo de ser sospechosos de falta de solidez. La humanidad de Jes\u00fas se olvidaba en la lucha por su deidad. Creo que esa es la raz\u00f3n porque aquel serm\u00f3n se destac\u00f3 tanto para m\u00ed; era sobre el car\u00e1cter perfecto del hombre Jes\u00fas, y yo fui inducido a amar y servir a aquella persona maravillosa como no lo hab\u00eda hecho antes.
\nAlgunos a\u00f1os m\u00e1s tarde encontr\u00e9 el libro <\/span>Into the Same Image<\/span><\/i> (En su misma imagen) de R.E.O. White. Repleto de citas de la Escritura, este libro insist\u00eda en que \u201cla idea de la conformidad con Cristo es…el prop\u00f3sito de Dios en la Salvaci\u00f3n\u201d. La tercera parte dibujaba un retrato del car\u00e1cter de Jes\u00fas. Para m\u00ed, esto conduc\u00eda todo el asunto de la vida perfecta de nuestro Se\u00f1or al centro de la experiencia cristiana.<\/span>
\nDesde entonces, he aprendido que la vida perfecta del Se\u00f1or, tambi\u00e9n tiene significado en las aflicciones m\u00e1s profundas de la experiencia humana. Como pastor, he tratado de ministrar a personas cuyas situaciones estaban repletas de frustraci\u00f3n y aturdimiento. La pregunta se eleva al alto Cielo: \u00bfPor qu\u00e9?, \u00bfpor qu\u00e9? La respuesta b\u00edblica final est\u00e1 en Romanos 8:28,29.<\/p>\n
\nY luego, cuando llegu\u00e9 a la edad de tener derecho a recibir una pensi\u00f3n del Estado, comenc\u00e9 a hacerme una serie de preguntas importantes. \u00bfCu\u00e1l es el objetivo y la meta de la vida ahora? Supongamos que ya no pueda escribir este libro. \u00bfCu\u00e1l ser\u00eda entonces el prop\u00f3sito de mi vida?
\nEstoy seguro que es correcto que yo quiera servir al Se\u00f1or tanto tiempo como sea capaz de hacerlo; de hecho, mi deseo de hacerlo no ha disminuido. Sin embargo, al afrontar estas preguntas, me vi obligado a darme el mismo consejo que he usado para ayudar a otros. Y esto es lo m\u00e1s dificil de todo, porque pone a prueba nuestras motivaciones. \u00bfPor qu\u00e9 quiero servir al Se\u00f1or? \u00bfPor qu\u00e9 pienso que me sentir\u00e9 tan frustrado cuando ello no sea ya posible? Seguramente es porque aun ahora no he ordenado mis prioridades correctamente. He visto cristianos envejecer con amargura, cinismo, orgullo y envidia. Han sido un obst\u00e1culo a creyentes j\u00f3venes y han sido una pesada carga para su iglesia. No obstante, he visto envejecer a otros con amabilidad, los j\u00f3venes les amaban y sus iglesias les valoraban. Cuando todo lo dem\u00e1s nos es quitado, esta meta de ser como Cristo permanece; el proceso de transformaci\u00f3n contin\u00faa, hasta se apresura seg\u00fan se acerca el traslado a la gloria.
\n<\/a>Lo que espero haya sido una creciente madurez tambi\u00e9n ha producido una creciente conciencia de pecado. Como resultado de ello, he aprendido a valorar la perfecci\u00f3n absoluta de Jes\u00fas como no lo hab\u00eda hecho nunca. Cuanto m\u00e1s devastador es el conocimiento de la corrupci\u00f3n del coraz\u00f3n y la mente, mayor es el sentido de la necesidad de la justicia inmaculada que Jes\u00fas, nuestro intercesor presenta a Dios en favor nuestro. Se ve que esa perfecci\u00f3n es vital; nuestro destino final depende de ella. Adem\u00e1s, este sentido creciente de pecaminosidad y debilidad nos hace comprender nuestra tremenda necesidad de orar:<\/p>\n
\nHasta que la hermosura de Jes\u00fas se vea en m\u00ed.
\n<\/span><\/em>(ALBERT ORSBORN)<\/p>\n