Warren Peel
En Proverbios 4:23, Salomón le advierte a su hijo: «Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida», y sigue administrando avisos respecto a la boca, los ojos y los pies (vv. 24-27), pero es el corazón lo que se debe guardar por encima de todo lo demás. ¿Por qué?
George Lawson
Proverbios 2:1-7: “Hijo mío, si recibes mis palabras, y atesoras mis mandamientos dentro de ti, da oído a la sabiduría, inclina tu corazón al entendimiento; porque si clamas a la inteligencia, y alzas tu voz al entendimiento, si la buscas como a plata, y la procuras como a tesoros escondidos, entonces entenderás el temor del SEÑOR, y descubrirás el conocimiento de Dios. Porque el SEÑOR da sabiduría, de su boca vienen el conocimiento y la inteligencia. Él reserva la prosperidad para los rectos.”
No es suficiente que hagamos caso a los decretos de Dios y que leamos un capítulo o dos de la Biblia en nuestros hogares diariamente. Se nos exige que recibamos las palabras de sabiduría, que las guardemos en nuestros corazones, y que inclinemos nuestras almas a ellas.
Joseph A. Pipa Jr.
Tenemos que hacer todas las cosas con todo el corazón. Colosenses 3:23 nos manda: «Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres».
Ryan M. McGraw
Todo pecado empieza con un mal deseo, y todo mal deseo comienza en el corazón y actúa hacia afuera. Por eso Santiago escribe: “Que nadie diga cuando es tentado: Soy tentado por Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal y El mismo no tienta a nadie” (St. 1:13).
Thomas Watson
“Todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28).
Esto es como la vara de Jacob en la mano de la fe, con la cual podemos caminar alegremente al monte de Dios. ¿Qué nos puede satisfacer o contentar sino esto?