Dr. Joel R. Beeke
Depende de lo que quieras decir por autodefensa. Si te refieres a cuando te atacan físicamente, la respuesta es no, no es algo que vaya en contra de la fe cristiana. Si te refieres a que te acusen de un crimen o que te denuncien en un tribunal legal, cuando la verdad está en juego, la respuesta también es no.
Jack Schoeman
«Poneos a prueba para ver si estáis en la fe; examinaos a vosotros mismos. ¿O no os reconocéis a vosotros mismos de que Jesucristo está en vosotros, a menos de que en verdad no paséis la prueba?» (2 Corintios 13:5).
El autoexamen es un aspecto vital de la vida cristiana. En su libro Advice to A Young Christian [Consejo a un joven cristiano] (SGCB, 2006), Jared Bell Waterbury escribe: «El cristiano consciente no debería permitirse pasar un solo día sin investigar su carácter moral». Y sigue declarando que «si transcurren largos intervalos entre los períodos de autoexamen, sin duda deberíamos experimentar grandes inconvenientes y perplejidad a la hora de llevar a cabo el deber.
D. Scott Meadows
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. […]
Charles Bridges
¿Qué puede ser más degradante para nuestra divina comisión que el que temamos los rostros de los hombres? ¡Qué falta de atención hacia la presencia y autoridad de nuestro Maestro, y a nuestras dignas responsabilidades, tal y como ‘han sido dadas para la defensa del evangelio’!
La independencia, que hace caso omiso tanto a los elogios como a las censuras de los hombres, es indispensable para la integridad del ministerio cristiano…”La cuestión no es cómo complacer a nuestra gente, sino cómo poder advertirles, instruirles y llevarles a la salvación.
George Lawson
El perezoso mete su mano en el plato, y ni aun a su boca la llevará (Proverbios 19:24).
Salomón era enemigo mortal de la pereza, como corresponde a todos los sabios. A menudo nos ha explicado los malos efectos de este vicio, y aquí pone al perezoso como objeto de desprecio y de burla para avergonzarle, si es posible, de su pereza y despertarnos en cuanto a la diligencia en los deberes de nuestra vocación y religión.