Sinclair Ferguson
Si hay un peligro especial para los cristianos profesantes hoy, ciertamente debería ser la indiferencia a la verdadera naturaleza del corazón humano, y la ignorancia de la misma. Hay personas que prestan atención a tales cosas como la conducta externa, y las creencias aceptables según las normas establecidas. Para ellos, tales enfoques pueden opacar la verdadera necesidad de un nuevo corazón, —un corazón que late según el corazón de Dios.
Dr. Joel Beeke
Este artículo trata de la meditación en el pensamiento puritano.
1. La palabra “meditación ha hallado su uso en el verdadero cristianismo, en el catolicismo romano y en muchas formas orientales de espiritualidad. Por el camino, se ha utilizado para describir muchas prácticas distintas. ¿Qué querían decir los puritanos por “meditación”?
George Lawson
El que anda en chismes revela secretos, pero el de espíritu leal oculta las cosas (Proverbios 11:13).
La mayor parte de nuestra sabiduría yace en la elección prudente de nuestros amigos. Un amigo bien escogido endulza la vida presente y nos ayuda en nuestro caminar hacia la vida celestial. Un amigo indigno nos decepcionará, nos afligirá y nos llenará de remordimientos. ¿Pero qué tipo de personas debemos evitar o escoger por amigos?
C.H. Spurgeon
Salmo 1:1-3
TÍTULO. Este salmo puede ser considerado EL SALMO PREFACIO, porque incluye una indicación del contenido de todo el libro. El anhelo del salmista es enseñarnos el camino a la bienaventuranza y advertirnos contra la destrucción segura de los pecadores. Este, pues, es el tema del primer salmo que puede ser apreciado, en algunos sentidos, como el texto sobre el cual la totalidad de los salmos constituyen un sermón divino.
David Lipsy
Difícilmente se puede imaginar una actividad más compleja que la de reprender el orgullo, sobre todo cuando se trata de uno mismo. Esto es así, no porque haya una carencia de este en nosotros, sino porque es algo que nos ciega a su propia existencia. El orgullo nos ciega al orgullo.
El orgullo es la fuente inagotable de todos los demás pecados. Fue la primera transgresión que dio comienzo a todas las demás. Su predominio es tan endémico a la condición humana que resulta sumamente fácil llegar a insensibilizarse a su presencia.