Alan Dunn
La escatología está incrustada en el tiempo, en virtud de la meta orientada de Dios y el evidente enfoque teológico en la obra que llevó a cabo en el transcurso de la Semana de la Creación. Sus actos creativos se revelan en el desarrollo del tiempo que es lineal, secuencial, y está delineado por ordinales que culminan en el día de reposo. El tiempo es el medio en el que los actos y las palabras divinas se revelan a los hombres, y manifiesta en sí mismo el Dios de orden. Lo que Él hace fuera del tiempo no constituye la sustancia de la revelación, excepto en la medida que Dios nos habla de sus consejos preeternos, sus decretos y propósitos que se expresan en el tiempo, en sus actos y sus palabras reveladores.
LOS FUNDAMENTOS ONTOLÓGICOS Y ESCATOLÓGICOS DEL DÍA DE REPOSO, O SABBAT
Adoración: Alan Dunn, Marzo del 2010
INTRODUCCIÓN
Si lo que procuramos es brindar a Cristo una adoración bíblicamente regulada, resulta inevitable formular la siguiente pregunta: «¿Cuándo deberíamos reunirnos para adorar?». Por lo general, la respuesta aceptada es: «El domingo». ¿Pero por qué nos congregamos el domingo?
Dr. Michael Barrett
Una ayuda para la adoración
Guardar el Día de Reposo es algo que resulta extraño para la mayoría de los cristianos de hoy, sean reformados o dispensacionalistas. Las opiniones difieren tanto en términos de su relevancia legítima para los cristianos como en lo que concierne a sus prácticas específicas, si proceden. La conclusión es que observar el Día de Reposo es un requisito de la ley moral de Dios y que, como tal, los cristianos, deberían esforzarse en cumplirla…
Adaptado por D. Scott Meadows de «El matrimonio cristiano en un mundo cambiante»
Introducción
Chapel Library acaba de publicar un cuadernillo escrito por A. N. Martin en colaboración con otros pastores. Es un manual para una boda cristiana celebrada en una iglesia, y presidida por un pastor. Aboga por que se piense en ello como un culto de adoración pública que debería validar e ilustrar el evangelio, y no presentar ninguna piedra de tropiezo a los asistentes. Este manual trata algunas cuestiones muy prácticas como el voto de sumisión de la esposa a su marido, el requisito de un atavío modesto y advertencias en cuanto a la bebida y el baile en la recepción de la boda.
Los pastores implicados en la elaboración de este manual tomaron conciencia de la necesidad de unas normas al comprobar que quienes profesan ser cristianos se muestran cada vez más mundanos que en los años pasados, en su forma de celebrar las bodas. Este cuadernillo será de gran ayuda para los pastores y las parejas a la hora de evitar malentendidos y problemas ya que podrán ponerse de acuerdo con antelación sobre los temas que en él se tratan.
Las críticas recibidas por el autor con respecto a estos criterios y prácticas le han llevado a incluir una postdata sobre el legalismo que es de gran utilidad en un ámbito aún más amplio de la casuística cristiana. En agradecimiento, la resumimos a continuación.
R.C. Sproul
Hace unos treinta años aproximadamente, Archie Parrish, un íntimo amigo mío y colega que, por aquel entonces estaba al frente del programa de Explosión de la Evangelización (E. E.) en Fort Lauderdale, vino a verme y me hizo una petición. Me comentó que fueron llevando un registro de respuestas que la gente dio en los distintos debates que se hicieron sobre el Evangelio, en las múltiples visitas de evangelización realizadas por todos los equipos de E. E. Cuando cotejaron las preguntas y objeciones que más surgían y que las personas solían manifestar hacia la fe cristiana, las agruparon bajo la forma de listado en el que anotaron las diez más frecuentes. El Dr. Parrish me preguntó si yo podía escribir un libro en el que se diese respuesta a aquellas objeciones para que estuviera al alcance de los evangelistas y les permitiera utilizarlas. Así lo hice y el resultado fue mi libro que entonces se tituló Objections Answered [Objeciones contestadas] y que ahora se llama Reason to Believe [La razón por la cual creer]. Entre las diez objeciones principales se encontraba la que dice que la iglesia está llena de hipócritas. En aquel tiempo, el Doctor D. James Kennedy solía responder a esto con la siguiente réplica: “Bueno, siempre hay lugar para uno más”. Advertía a las personas que, si lograban encontrar una iglesia perfecta, que no unieran a ella porque, de hacerlo, la estropearían.