Dr. Albert Mohler
El teólogo J. I. Packer hizo una defensa histórica de la relevancia objetiva de la cruz en “What Did the Cross Achieve? The Logic of Substitutionary Atonement” [¿Qué logró la cruz? La lógica de la expiación sustitutiva], la conferencia teológica bíblica que dio en la Universidad de Cambridge en 1973, de Tyndale. Packer comienza describiendo que la comprensión penal substitutiva de la expiación “en conjunto, es una marca característica de la fraternidad evangélica a nivel mundial”. Merece la pena destacar que Packer esperaba que su audiencia aceptara esta declaración y se la tomara en serio. Hace más de treinta años se podía asumir que la mayoría de los evangélicos entendía que la visión penal substitutiva era primordial.
Dave Chanski
La Biblia nos dice que, cuando el Señor Jesús comenzó su ministerio público, proclamó estas palabras por toda Galilea: “El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio” (Mr. 1:15). Antes de ascender al cielo al finalizar su ministerio terrenal dijo a los Apóstoles: “Así está escrito, que el Cristo padeciera y resucitaría de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se predicara el arrepentimiento para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén” (Lc. 24:46-47).
Desde su trono en la gloria habló a la iglesia de Éfeso en el libro de Apocalipsis: “Recuerda, por tanto, de dónde has caído y arrepiéntete, y haz las obras que hiciste al principio; si no, vendré a ti y quitaré tu candelero de su lugar, si no te arrepientes” (Ap. 2:5; ver también 2:16; 3:33; 3:19).