¿Qué más da que un aborto acabe con una vida?Una franqueza poco usual en la cultura de la muerte
Albert Mohler
¿Es el bebé no nacido “una vida que vale la pena sacrificar”? La sola pregunta resulta horripilante, pero el argumento es más que real. En un reciente artículo, Mary Elizabeth Williams de Salon.com admitió lo que el movimiento pro-vida ha venido sosteniendo durante todo el tiempo: que desde el momento de la concepción, el niño no nacido es innegablemente una vida humana. A pesar de todo, Williams argumenta que esta vida humana no nacida debe concluir si una mujer desea el aborto. El niño es una vida, pero, según su grotesca opinión, “una vida que vale la pena sacrificar”.