John S.C. Abbott
Es cierto que hay innumerables factores que intervienen de forma incesante en la formación del carácter. La influencia de una madre no es, en modo alguno, la única que se ejerce sobre la persona.
Sin embargo, puede que sea la más fuerte; porque, contando con la bendición que Dios otorga normalmente, es capaz de formar en la mente juvenil aquellos hábitos y de implantar aquellos principios a los cuales el resto de influencias tendrán luego que dar permanencia y vigor.
John S.C. Abbott
Hace unos cuantos años, algunos caballeros que se preparaban juntos para el ministerio se interesaron por averiguar qué proporción de los integrantes de su grupo tenían madres piadosas.
Quedaron gratamente sorprendidos al descubrir que, de ciento veinte estudiantes, más de cien habían acudido al Salvador llevados de la mano por las oraciones de su madre y guiados por sus consejos.
Aunque algunos de estos hombres se habían rebelado contra todas las normas del hogar y, como el hijo pródigo, habían vagado en el pecado y el dolor, con todo, no habían podido olvidar las huellas de su infancia y, al final, fueron llevados al Salvador, para gozo y bendición de sus respectivas madres.
Ashton Oxenden
¡Una vejez feliz! ¿Es tal cosa posible? ¿Alguna vez nos hemos encontrado con una persona vieja y desgastada que era realmente feliz? ¿Podría el ocaso de la vida ser alguna vez brillante y soleado?
Si, tal cosa es posible; y lo encontramos de vez en cuando.
Aunque el cuerpo este desgastado por el tiempo, las piernas estén flojas, y la mente esté algo débil, aún puede haber un gozo calmado en el interior, una paz que el tiempo no puede gastar.
Querido hermano o hermana, ¿deseas ser feliz? Yo se que lo deseas. En el mundo todos son buscadores de la felicidad, aunque muchos la buscan en la dirección equivocada, y por tanto nunca la alcanzan.
Ashton Oxenden
Esta vida es una vida de pruebas; ¿quién está completamente libre de ellas?
Debemos esperarlas, y estar listos para cuando lleguen. Algunas veces se agrupan tan densamente a nuestro alrededor que necesitamos un corazón robusto y mucha gracia para soportarlas con mansedumbre, y pasar por ellas ilesos.
Hablemos de aquellas pruebas que pertenecen a la vejez; tal vez nos sintamos mucho mejor al decir algunas palabras acerca de ellas.
La pérdida de fuerza es una gran prueba para el anciano. Es doloroso sentir que ya no puedes hacer muchas de las cosas que antes solías hacer con tanta facilidad. El estar ocupado y contento era una vez tu mayor deleite. Pero ahora tus piernas apenas te pueden cargar; muchas de las ocupaciones de la vida son ahora una carga para ti.
Ashton Oxenden
Satanás tienta a cada uno de nosotros. ¿Quién no ha sentido su poder? Y, ¡oh, qué astuto es aplicando sus tentaciones! Las diseña exactamente para nuestras condiciones y edades. Tiene algunas tentaciones para los ricos, otras para los pobres; algunas para los jóvenes, y otras para los viejos. El conoce nuestros puntos débiles, y es ahí donde nos asalta.
Así es que no tienes que sorprenderte si tienes tentaciones, y tal vez algunas dolorosas también. Puedes ser uno de los más queridos hijos de Dios, y sin embargo ser tentado. ¿No fueron tentados José, y David, y Pablo? ¿Y no fue tentado por Satanás el mismo Jesús, el Salvador sin pecado?