La necesidad de un nuevo corazón
Si hay un peligro especial para los cristianos profesantes hoy, ciertamente debería ser la indiferencia a la verdadera naturaleza del corazón humano, y la ignorancia de la misma. Hay personas que prestan atención a tales cosas como la conducta externa, y las creencias aceptables según las normas establecidas. Para ellos, tales enfoques pueden opacar la verdadera necesidad de un nuevo corazón, —un corazón que late según el corazón de Dios. No debemos engañarnos: ni una conformidad externa a las normas del grupo, ni profesiones de conversión, ni un asentimiento a las doctrinas ortodoxas—ninguna de estas cosas es lo mismo que un verdadero conocimiento de Dios en el corazón. No importa cuánto amemos los patrones correctos de la verdad—tal amor no es exactamente lo mismo que un amor por Cristo. —Puede haber una iglesia pura en su doctrina, una iglesia que ha excomulgado apóstoles del error—y aún así tal iglesia puede hallarse moribunda, espiritualmente. Ésta es la convicción de Cristo después de su ascensión (Apocalipsis 2:1-7). Sus palabras [a los Efesios] deben servir de avisos duraderos a aquellos cristianos cuyos corazones están fijos en la doctrina pura y en una conducta moral recta. Estas cosas son totalmente bíblicas y dignas de alabanza en sí mismas. Pero este no es el único asunto. Hay otro: ¿de qué se desprenden esta doctrina pura y esta conducta recta; y a qué llevan? ¿Se desprenden de una experiencia presente de comunión con Dios y de un conocimiento de Él? ¿Llevan estas cosas a que uno experimente, en el tiempo presente, una mayor comunión con Dios y un mejor conocimiento de Él? Jonás ya comenzaba a descubrir que era posible experimentar mucho y lograr mucho, y aún así tener áreas de su vida que la gracia de Dios no había tocado.
Extracto de Man Overboard por Dr. Sinclair Ferguson. Recomendamos este libro. La traducción al español de este extracto pertenece a Publicaciones Aquila. Derechos reservados.