William Guthrie
“Dado que hay tantas personas que viven bajo las ordenanzas [medio de gracia] fingiendo, sin razón, que tienen un interés especial en Cristo […]. Y dado que muchos que tienen buenas razones para reivindicar a Cristo, no se encuentran establecidos en la confianza de su favor, sino que permanecen en la oscuridad sin consuelo, vacilando en cuanto a la realidad de la piedad en sí mismos […]. Hablaré un poco sobre las cosas que más preocupan. Una es cómo puede saber una persona si está reclamando correctamente el favor y la salvación de Dios. La otra es que, si una persona no llega a tener la completa seguridad estando en esa prueba, ¿qué es lo que debe hacer?”.
William Guthrie escribió estas palabras como parte de la introducción de su único libro “The Christian’s Great Interest” (El gran interés del cristiano). John Owen, el gran teólogo puritano, dijo una vez que siempre llevaba este pequeño libro encima, junto con una copia del Nuevo Testamento. Guthrie nació en Escocia en 1620, en una época de gran controversia y conflictos. Su propio primo sufrió como mártir por sus convicciones y, aunque Guthrie habría querido asistir a su ejecución, sus amigos no se lo permitieron porque temían por su vida.
Guthrie debió haber sido un hombre con un carácter cálido, afable y una personalidad atrayente porque hablaba la verdad con amor. Cuando fue arrestado por predicar después de que la iglesia oficial se lo hubiese prohibido, dijo a los soldados: “El Señor os perdone por consentir este asunto”. Antes de su arresto, Guthrie había servido durante veinte años en una ciudad llamada Fenwick; allí creció su congregación y su labor produjo su fruto. Una vez ofreció pagarle a un hombre que se negó a guardar el día de reposo (Sabat) y, finalmente, el hombre llegó a convertirse en líder de la iglesia.
William Guthrie murió cuando solo tenía cuarenta y cinco años, el 10 de octubre de 1665.