Recursos dudosos, métodos cuestionables
Jorge E. Castañeda D.
Un extracto del sermón de Spurgeon: No debemos Transigir
«Los israelitas eran lo suficientemente malos, pero fue la gente extranjera la que siempre guió el camino de la murmuración. ¿Por qué hay hoy tal muerte espiritual? ¿Por qué la falsa doctrina es tan próspera en las iglesias? Es porque tenemos gente impía en la iglesia y en el ministerio. La avidez de números y especialmente la avidez de incluir a gente respetable, ha adulterado a muchas iglesias, y las ha hecho laxas en doctrina y práctica, y adictas a diversiones necias. Esta es la gente que desprecia una reunión de oración pero que se apresura a ver “colecciones de figuras de cera” presentadas en sus salones de clases.
«¡Que Dios nos libre de convertidos que son fabricados al rebajar el estándar y mancillar la gloria espiritual de la iglesia! […] Los verdaderos convertidos nunca son atemorizados por la verdad o la santidad; estas, en verdad, son las cosas que les encantan […] ¿Tienes miedo que la predicación del Evangelio no pueda ganar almas? ¿Sientes desaliento en cuanto al éxito en las formas que Dios utiliza? ¿Es esta la razón por la que deseas con vehemencia la oratoria impresionante? ¿Es esta la razón por la que necesitas tener música, y arquitectura, y flores, y mitras? Después de todo, ¿es por la fuerza y por el poder, y no por el Espíritu Santo de Dios? Es exactamente así en la opinión de muchos.
«Hermanos amados, hay muchas cosas que yo podría permitir a otros adoradores pero que me he negado a mí mismo al dirigir la adoración de esta congregación. Durante mucho tiempo he llevado a cabo el experimento de la fuerza de atracción del Evangelio de Jesús. Nuestro servicio es severamente simple. Nadie viene aquí jamás para gratificar su ojo con arte, o su oído con música. He presentado delante de ustedes, todos estos años, solamente a Cristo crucificado, y la simplicidad del Evangelio; sin embargo, ¿dónde podrían encontrar una multitud tal como la que está congregada aquí esta mañana? ¿Dónde podrían encontrar tal muchedumbre de personas semejante a esta reunión, domingo tras domingo, durante treinta y cinco años?
«No les he mostrado nada, sino la cruz, la cruz sin las flores de la oratoria, la cruz sin las luces celestes de la superstición o de la excitación, la cruz sin los diamantes de los rangos eclesiásticos, la cruz sin los contrafuertes de una ciencia jactanciosa. ¡La cruz es abundantemente suficiente para atraer a los hombres primero hacia sí misma, y luego a la vida eterna! En esta casa hemos demostrado exitosamente, todos estos años, esta grandiosa verdad: que el Evangelio sencillamente predicado habrá de ganar una audiencia, convertir a los pecadores, y construir y sostener una iglesia. Le rogamos al pueblo de Dios que note que no hay necesidad de probar recursos dudosos y métodos cuestionables. Dios todavía salvará por medio del Evangelio: únicamente hemos de dejar que sea el Evangelio en su pureza.
«Esta grandiosa y vieja espada se abrirá paso hasta la columna vertebral del hombre y partirá una roca en dos mitades. ¿A qué se debe que haga tan poco de su antigua labor conquistadora? Yo les diré. ¿Pueden ver esa funda de trabajo artístico, tan maravillosamente elaborada? Muchísimas personas conservan la espada en esta vaina, y por tanto su filo nunca es puesto a trabajar. Desháganse de esa vaina. Arrojen ese magnífico estuche al Hades, y luego vean cómo, en las manos del Señor, esa gloriosa espada de dos filos habrá de segar campos enteros de hombres como los segadores cortan el pasto con sus guadañas. No hay necesidad de descender a Egipto en busca de ayuda. Es vergonzoso invitar al diablo a ayudar a Cristo. Dios quiera que todavía veamos prosperidad, cuando la iglesia de Dios esté resuelta a no buscarla excepto a la manera de Dios».
Usado con permiso del blog El evangelio bíblico