Cómo vivir la vida cristiana: No hay una suspensión de nuestras facultades
Albert N. Martin
No hay una negación o suspensión del empleo consciente de cualquier facultad de nuestra humanidad redimida al vivir la vida cristiana.
¿Cuáles son las facultades de un hombre redimido? Tiene manos, pies, ojos, nariz. También tiene facultades intelectuales: su mente y su juicio, sus facultades emocionales de acción, sus facultades volitivas, su voluntad. Tiene sus apetitos, sus sentimientos, sus deseos, y algunas de las facultades psicológicas y físicas coinciden en parte y penetran la una en la otra. Éstas son las facultades de nuestra humanidad.
Cuando Dios regenera a un pecador, no crea facultades nuevas, ni mata o destruye cualesquiera de las facultades existentes. La gracia actúa maravillosa y potentemente para dar funciones y perspectivas nuevas a estas facultades. Dios no anula, ni mata o niega ninguna de las facultades, ni crea facultades nuevas. Somos llamados a vivir la vida cristiana con el pleno uso de nuestras mentes y nuestro juicio, con la capacidad de pensar, sopesar y evaluar nuestros afectos, sentimientos, apetitos e inclinaciones.
¿Qué enseñanza estoy buscando exponer al expresar este principio? Hay quienes enseñan que, juntamente con la mayoría de los cristianos, tu problema es que estás tratando de vivir la vida cristiana, y Dios nunca quiso que lo hicieras. Así como Dios nunca esperó que te salvaras a ti mismo yendo a la Cruz por tus propios medios, no espera tampoco que tú vivas la vida cristiana. Lo único que espera es que “no hagas nada, y dejes que el Señor Jesucristo viva su vida a través de ti”.
¡Yo llamo a esto “la teoría del embudo”! Te dice que has de ser totalmente pasivo, y entonces Cristo derramará su vida a través de ti. ¡Vivirá su vida nuevamente en ti y se producirá la supresión de muchas de tus facultades! La razón por la que estás tan confuso es que utilizas tu propia mente. No debes utilizarla. Deja tu mente neutral. Deja que la mente de Cristo sea tu mente. El problema es que estás utilizando tu voluntad y esto se interpone en el camino. Lo que tienes que hacer es negar tu voluntad y dejar que Cristo exprese su voluntad a través de ti.
Esto puede sonar muy espiritual, pero de hecho es una parodia de la enseñanza bíblica. Quiero centrarme en tres expresiones específicas de este tipo de enseñanza:
(1) Una doctrina desequilibrada de la morada de Cristo en nosotros
Hay una doctrina de la morada de Cristo en nosotros en la Escritura: “Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gá. 2:20). Muchas personas bien intencionadas toman estas palabras juntamente con declaraciones tales como “Cristo, nuestra vida” (Col. 3:4); “seremos salvos por su vida […]” (Ro. 5:10). Pasando por alto totalmente tanto el contexto inmediato como la analogía de la fe (el testimonio total de la Biblia), hilan una teoría de la morada de Cristo en nosotros. La cosa más bondadosa que podemos decir es que esta enseñanza está tristemente desequilibrada. Es una doctrina de la morada de Cristo en nosotros en que, según autores tales como Watchman Nee, A.B. Simpson, y la Sra. Hannah Whithall Smith, Cristo literalmente vive su vida a través de nosotros, aun hasta el punto en que se produce la negación y la supresión de tu pensamiento, tu juicio, tu voluntad y tus afectos; hasta ese punto, dicen, Cristo vivirá su vida exitosamente a través de ti.
(2) Una deducción injustificable a partir de analogías de la vida cristiana
Algo de esta enseñanza se deriva de deducciones injustificables tomadas de las semejanzas o analogías de la vida cristiana. ¿Es la vida cristiana de una manera u otra como la relación entre un sarmiento y una vid? Sí, pero ¿has notado lo que se hace con esa analogía? Se la arranca de todas las demás enseñanzas bíblicas. Se teje toda una teología a partir de ella.
Lo he oído expresar de esta manera: “¿Cuántos de los presentes han caminado alguna vez por un huerto en el tiempo cuando la fruta está en plena floración? Cuando la gente levantó las manos, el orador dijo: Ahora, permítaseme preguntar algo. ¿Ha visto alguien alguna vez un árbol inquieto por producir manzanas? Lo único que hacen las hermosas ramas es simplemente colgar allí, unidas al tronco principal, y la savia fluye y las manzanas aparecen: y todo el exuberante fruto del Espíritu nacerá de forma similar”.
Otros hacen sus deducciones a partir de la analogía bíblica de estar unidos a Cristo en su muerte, sepultura y resurrección, y dicen: “¿Hemos muerto con Cristo? Bien, si vas a un hombre muerto y pones el perfume más fuerte debajo de su nariz, ¿consigues alguna respuesta? Claro que no, está muerto. O si hay un alimento en particular que le obsesionó en su vida, puedes ponerlo debajo de su nariz, pero ¿consigues alguna respuesta? ¡Claro que no! Así también, si realmente has muerto con Cristo, el pecado no tendrá ningún atractivo válido y verdadero para ti”. ¡Éstas son deducciones injustificables y antibíblicas tomadas como analogías para la vida cristiana!
(3) Una doctrina inexacta de la santificación por la fe sola
La enseñanza se expresa más o menos así. Cuando fuiste consciente de tu culpa y estuviste bajo la condenación de un Dios santo, y no había en ninguna parte un refugio al que huir, se te dijo que Jesucristo, el Hijo encarnado de Dios, vivió la vida que deberíamos haber vivido, murió la muerte que merecíamos morir, y sobre la base de esta vida de obediencia perfecta que culmina en su obediencia a la muerte de la Cruz, hay una justicia divina, una justicia perfecta, disponible para todos los que quieran creer. Entonces puede decirse: “¿Qué hiciste para obtener esa justicia perfecta? ¡Nada! simplemente creer. La mano vacía de la fe la tomó”. “Ahora,” dicen, “exactamente de la misma manera, se muestra a Jesucristo para la santificación. ¿Qué necesitas hacer? Simplemente creer. La fe opera exactamente de la misma manera en nuestra santificación que en nuestra justificación”.
¿Cuál es el error de todas esas teorías que tienen como su denominador común la supresión o la negación del uso consciente de todas nuestras facultades como hombres y mujeres redimidos?
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