No matarás.
Jeff Pollard
Amados hermanos:
“El aborto es tan americano como el pastel de manzanas”, dijo Merle Hoffman durante una entrevista sobre sus memorias recientemente publicadas. Ojalá todos los que leemos esa declaración nos pusiéramos de pie y clamáramos: “¡Qué mentira horrenda e infernal!” Pero para nuestra gran vergüenza y humillación, la matanza de más de 50.000.000 de bebés le da a esta defensora feminista del aborto el derecho de hacer esta afirmación espantosa y desgarradora.
Una de cada tres mujeres norteamericanas embarazadas consentirá que alguien mate al bebé que lleva en su vientre, el santuario que debiera ser el lugar más seguro sobre la tierra para ese infante. En algunas comunidades, ms bebés morirán de los que nacen. Cuarenta años después de Roe v. Wade (fallo judicial que legalizó el aborto), nuestro país está lleno de sangre inocente.
Más horroroso que la afirmación de Hoffman es que muchos cristianos norteamericanos ya se sienten cómodos con el aborto. Muchos hacemos poco o nada para detener este holocausto atroz. Esto es asombroso a la luz del hecho que la Biblia que tenemos en nuestras manos y en nuestros hogares declara: “Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: … las manos derramadoras de sangre innocente..” (Pr. 6:16-17). En el Salmo 106, el salmista recita una lista impactante del pecado y la rebelión contra Dios: Los israelitas “se mezclaron con las naciones, y aprendieron sus obras” (Sal. 106:36). La lamentable consecuencia fue que “sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios, y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán, y la tierra fue contaminada con sangre” (106:37-38).
Nuestra tierra está contaminada con sangre inocente, la sangre de nuestros hijos e hijas. Como pueblo de Dios, ¿de qué manera daremos cuenta de esto? ¿Cómo dará nuestra nación cuenta a Dios en el Día del Juicio por la sangre de más de 50.000.000 seres humanos creados a su imagen? (Digamos de paso, a la luz de todos los sermones que escuchamos hoy sobre el amor de Dios, ¿cuándo fue la última vez que escuchó usted uno sobre el aborrecimiento de Dios? Salmo 5:5; Salmo 10:3; Proverbios 6:16-19, etc. Quizá sea esto parte del problema.)
Nuestro anhelo es llamar a todos.. a clamar a Dios por esta abominación que mancha nuestra tierra con sangre inocente. Queremos una comprensión renovada entre el pueblo de Dios de lo que es este acto criminal y nuestra responsabilidad con respecto a esta catástrofe inconcebible. Este número de Portavoz comienza con una breve exposición del Sexto Mandamiento—‘No matarás’—por el predicador puritano Ezekiel Hopkins. Seguidamente, Peter Barnes nos presenta sobriamente la realidad y los métodos horrorosos del aborto, agregando un examen provechoso de las enseñanzas de la Biblia sobre el tema. R.C. Sproul presenta una investigación sobre las enseñanzas bíblicas de la santidad de la vida. George Grant nos brinda una breve historia de la matanza infantil y nos muestra bíblicamente por qué los seres humanos producen con tanta frecuencia culturas de muerte; nos muestra también que la vida tal como debiera ser origina en Jesucristo. ¿Necesita usted respuestas para los argumentos que presentan los defensores del aborto? Joel Beeke nos brinda declaraciones bíblicas importantes sobre el aborto. Parece que son pocos los cristianos que de hecho ven una conexión entre el aborto y el paganismo; no obstante, Ed Payne nos da la conexión bíblica y advierte seriamente sobre el juicio de Dios sobre el sacrificio infantil. Después de todos estos artículos aleccionadores y profundos, Charles Spurgeon nos lleva a Cristo y al gran perdón por grandes pecados, el Único que puede calmar y transformar una conciencia llena de culpa y manchada por el pecado.
Jeff Pollard
Cortesía de Chapel Library
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