Mujer virtuosa
George Lawson
Busca lana y lino, y con agrado trabaja con sus manos (Proverbios 31:13).
Algunas mujeres prefieren sentarse ociosamente mientras viven antes que buscar lana o lino. Si sus maridos no les proporcionan los materiales que necesitan para trabajar, lo toman como excusa suficiente para la ociosidad. Pero la mujer virtuosa aborrece la pereza y ama el cumplimiento del deber; por tanto, se preocupa de abastecerse de todos los materiales y utensilios necesarios para el trabajo, a fin de poder emplear su tiempo de la forma más provechosa.
No basta con que la mujer disponga con frugalidad de los frutos del trabajo de su marido o que envíe a sus sirvientes a trabajar. La mujer virtuosa trabaja con sus propias manos; y para ella esto no es una carga, sino un placer. Cuando el siervo sabio de Abraham buscó esposa para el hijo de su amo, oró a Dios para que le guiara hasta aquella mujer que diera prueba de su virtud por su diligencia y su amabilidad.
Los hombres y las mujeres tienen diferentes tareas asignadas, y cada sexo debe ocuparse en el trabajo que le corresponde. No es virtuosa la mujer que descuida los labores que le son propias y se entromete en los negocios de su marido. La buena esposa se dedica con alegría a la lana y el lino, y deja a los demás ocuparse de sus propios asuntos; al mismo tiempo, si hay algo necesario para la familia que no pueda obtenerse en casa, tomará las medidas necesarias para que no falte de nada.
Extracto de “Comentario a Proverbios” por George Lawson. Reservados todos los derechos. Este libro está disponible en Cristianismo Histórico.