El silencio de Dios cuando sufrimos
Pienso que esto es lo más difícil. Podemos tolerar casi todas las cosas si sabemos por qué. Adonde quiera que voy, cualquier reunión, se me pregunta: ¿Por qué…?
Te diré algo: Dios raramente contesta a la pregunta ¿Por qué? No tiene nada que ver con que no haya respuesta; es simplemente que ni tú ni yo seríamos capaces de entender la respuesta si Dios nos la dijera y, aparte de esto, tenemos que aprender a confiar en Él aun no sabiendo el por qué. Le hacemos preguntas a Él. Lo que realmente estamos haciendo es decirle: Señor, danos tus razones, pidiéndole cuentas a Dios.
© Traducción P.A.