Albert N. Martin
El distinguido predicador estadounidense, Samuel Davies, entonces presidente de la Universidad de New Jersey, que se hallaba de visita en Inglaterra en representación de la Universidad, fue invitado a predicar ante el rey Jorge III. Su joven reina estaba sentada junto a él; tan encantados estaban por la elocuencia del predicador, que el rey expresó su admiración en términos no mesurados, de forma tan audible y brusca que atrajo la atención de la audiencia, e interrumpió el servicio.
El predicador hizo una pausa repentina y solemne en su discurso, miró a su alrededor, a su audiencia, y fijando su penetrante mirada en el ruidoso monarca de Inglaterra, dijo: «Cuando el león ruge, las bestias del bosque tiemblan; ¡Cuando Jehová habla, que los reyes de la tierra guarden silencio delante de Él!».
Era el mensajero de Dios; no le temía al hombre, que es un gusano. No son los ministros de Dios los que tiemblan en escenarios como este.
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