Los amigos son un don de Dios
Joel R. Beeke & Michael A.G. Haykin
Una amistad del siglo XVIII
La importancia de la amistad en la vida cristiana todavía era un tema importante en el siglo XVIII. Esther Edwards Burr, citada anteriormente, declaró inequívocamente: “Nada es más refrescante para el alma (salvo la comunión con Dios mismo), que la compañía y sociedad de un amigo”.20 Esposa de un ocupado presidente de instituto (Aaron Burr Sr. [1716- 1757], el segundo presidente del Instituto de Nueva Jersey, que posteriormente sería la Universidad de Princeton) y madre de dos niños pequeños, Esther buscó con empeño conocer la presencia de Dios en el ajetreo de su vida diaria. Al hacerlo, llegó a apreciar que los amigos eran un don divino. Escribiendo en su diario de 23 de enero, 1756, dice que estaba convencida de que es una “gran gracia que tengamos algunos amigos. ¿Qué sería el mundo sin ellos? Una persona que escoge estar sin amigos debe ser la criatura más miserable de esta vida; esto es la vida de la vida”.21 Para Esther, los amigos cristianos eran una de las mayores fuentes de felicidad de este mundo. ¿Por qué tenía ella tan alta estima de la amistad? Seguramente porque conocía que los amigos cristianos y la conversación con ellos era vital para el crecimiento espiritual.
Se encuentran convicciones similares en su escrito del año anterior, el 20 de abril de 1755, a una amiga llamada Sarah Prince:
“Yo tendría que valorar altamente (como tú, querida mía, lo haces) los encantadores amigos que tienes a tu alrededor, amigos con los que uno puede abrir toda su alma… Estimo que la conversación religiosa es una de las mejores ayudas para mantener la religión en el alma, excepto la devoción privada. Diría que no es sino lo mejor, entonces, qué lamentable es que esté tan descuidada por los hijos de Dios”.22
Observa la conexión entre la amistad y lo que Esther llama “conversación religiosa”. Para los cristianos, los verdaderos amigos son aquellos con los que uno puede compartir las cosas más profundas de la vida. Son gente con la que uno puede ser transparente y abierto. En palabras de Esther, son gente a la que uno puede “abrir toda su alma”. Y en la conversación acerca de las cosas espirituales, el creyente puede hallar fuerzas y ánimo para vivir la vida cristiana. Al referirse a la conversación con los amigos como “una de las mejores ayudas para mantener la religión en el alma”, Esther la consideraba como un medio de gracia, una de las maneras por las que Dios el Espíritu Santo mantiene a los cristianos en comunión con el Salvador. Como otro cristiano de Nueva Inglaterra, Nathanael Emmons (1745- 1840), lo expresó en una de sus máximas favoritas: “El hombre es formado por sus amigos”.23
—-
20 Journal of Esther Edwards Burr, 185 (23 de enero de 1756).
21 Journal of Esther Edwards Burr, 185.
22 Journal of Esther Edwards Burr, 112.
23 Como está citado en Edwards A. Park, “Memoir of Nathanael Emmons”, en The Works of Nathanael Emmons, D.D., ed. Jacob Ide (Boston: Congregational Board of Publication, 1861), 1:115.
Todos los derechos reservados.
Este libro está disponible en Cristianismo Histórico.
Libro físico: https://www.cristianismohist.com/como-podemos-desarrollar-la-amistad-biblica-how-should-we-develop-biblical-friendship/
Libro digital (ebook): https://www.cristianismohist.com/como-podemos-desarrollar-la-amistad-biblica-ebook-how-should-we-develop-biblical-friendship/