Scott Aniol
La Biblia no solo es todo lo que necesitamos para ser salvos, sino que también es suficiente para hacer que el creyente sea “perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:17). La palabra traducida “perfecto” y la palabra traducida “preparado” son formas diferentes del mismo término que comunica la idea de estar perfectamente capacitado para una tarea.
¡Qué verdad tan increíble! La Biblia nos equipa para hacer absolutamente todo lo que Dios espera que hagamos. Pero, ¿en base a qué hace Pablo esta afirmación? Volvamos al versículo 16 para ver una explicación.
La primera afirmación acerca de las Escrituras que hace Pablo es que literalmente es “inspirada por Dios”. En Jeremías 1:9, Dios le dijo a Jeremías: “He aquí he puesto mis palabras en tu boca”. Esta es la idea que comunica el término Theopneustos en 2 Timoteo 3:16. Theos significa “Dios” en griego y neuma significa “espíritu, aliento, soplo”. Así que Dios literalmente “exhaló o causó una idea para registrarla en” las palabras mismas de las Escrituras. No dictó la Biblia a los autores humanos como si fueran simples secretarios, sino como nos dice 2 Pedro 1:21, “los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. Cada autor humano escribió por su propia voluntad en su propio estilo literario, pero como era llevado adelante por el Espíritu Santo a medida que escribía, podemos estar seguros de que cada palabra en la Biblia ha sido exhalada por Dios mismo.
Deducimos varias implicaciones importantes de esta verdad de que cada palabra de la Biblia fue inspirada por Dios. Primero, porque la Biblia vino de Dios, y Dios es veraz al igual que inmutable, la Biblia es tanto inerrante (sin error) como infalible (incapaz de tener un error). En Mateo 5:18 Jesús dijo que ni una palabra de las Escrituras pasaría hasta que fuera cumplida. En Juan 10:35 dijo que “la Escritura no puede ser quebrantada”. La Palabra de Dios es perfecta.
El hecho de que la Biblia fue exhalada por Dios también implica su autoridad. Ningún cristiano negaría que Dios sea la autoridad definitiva. Por lo tanto, no cabe duda de que si Dios es nuestra autoridad, entonces su Palabra infalible es igualmente nuestra autoridad.
La Biblia es suficiente para capacitarnos perfectamente para toda buena obra porque procede de Dios mismo. Podemos estar seguros de que tenemos todo lo que necesitamos en la Biblia misma a fin de agradar a Dios porque viene de él. Es perfecta, es completa y es la autoridad definitiva.
Pero no solo es la Biblia la autoridad definitiva, es también útil, como nos dice 2 Timoteo 3:16. Y recordemos que el principio del versículo identifica “toda la Escritura”. Cada parte de la Palabra de Dios es útil para el cristiano.
La utilidad de las Escrituras nos confirma aún más su suficiencia para nosotros. La Biblia es nuestra autoridad, y cada parte de ella es útil. El término traducido “útil” es un vocablo que significa beneficioso, productivo y suficiente. La suficiencia de la Biblia está inherente en el significado de la palabra útil, articulada tan bien en Judas 3 donde el autor dice que la Biblia fue “una vez dada a los santos”. No debemos esperar ninguna revelación adicional de Dios. Las Escrituras son suficientes para equiparnos.
La Biblia es suficiente para todas nuestras necesidades, tanto doctrinales como prácticas. Los términos “enseñar” y “redargüir” se relacionan más naturalmente con “aleccionar” en cuestiones de doctrina, y los términos “corregir” e “instruir en justicia” contienen la idea de adoptar y fomentar un comportamiento correcto.
La Biblia es suficiente, entonces, como nuestra autoridad y guía. Nos capacita totalmente para creer y vivir de una manera que glorifica definitivamente a Dios.
Usado con permiso de Chapel Library