Scott Aniol
En definitiva, el lugar a donde tenemos que ir cuando hacemos preguntas acerca de cómo agradar a Dios es la Biblia. Una de las doctrinas que caracterizan a las iglesias protestantes es la doctrina de la suficiencia de las Escrituras. Pero, ¿qué, exactamente, significa la suficiencia de las Escrituras?
Uno de los pasajes más claros que enuncia esta doctrina se encuentra en 2 Timoteo 3:14-17.
14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
La Biblia es suficiente para salvación
El primer punto que podemos sacar de este texto es que la Biblia es suficiente para darnos la enseñanza que necesitamos para obtener la salvación. Pablo le dice a Timoteo en el versículo 15 que “las Sagradas Escrituras”, frase usada a menudo para referirse a la Biblia, son suficientes (“poder”) para darle acceso a la verdad que necesita (“hacerlo sabio”) para ser salvo por la fe en Cristo.
El Espíritu Santo usa la Palabra de Dios en la vida del ser humano como medio por el cual este llega a tener fe en Cristo. El Espíritu Santo es ciertamente el agente de regeneración, pero no es que de alguna manera “toque” milagrosamente a alguno sin que este comprenda las verdades del evangelio. La regeneración es sobrenatural, pero sucede a través de la proclamación de la Palabra Dios.
Por ejemplo, Pablo dice en Romanos 10 que las personas no serán salvas sin que alguien les predique la Palabra de Dios (v. 14) porque “la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (v. 17). En Lucas 10, un abogado le preguntó a Jesús: “¿Haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?” (v. 25). Jesús responde, sabiendo que el abogado lo está probando: “¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?” (v. 26). En otras palabras, todo lo que necesitamos para vida eterna se encuentra en las Escrituras. En Lucas 16, cuando el hombre rico, en Hades, le pide a Abraham que envíe a Lázaro a la casa de su padre para advertir a sus hermanos sobre el juicio (vv. 27-28), Abraham responde: “A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos” (v. 29). Es decir, todas las advertencias necesarias para llevar a una persona a la salvación, se encuentran en la Palabra de Dios.
Por lo tanto, la Biblia es lo único que necesitamos para conducirnos a la fe en Jesucristo. Pero eso no es lo único para lo cual la Biblia es suficiente, según 2 Timoteo 3.
Usado con permiso de Chapel Library