El Verbo fue hecho carne II
J.C. Ryle
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros” (Juan 1:14).
Las advertencias que acabo de dar pueden parecer innecesarias, tediosas y puras sutilezas, pero es precisamente el descuido de tales advertencias lo que arruina a muchas almas. Esta unión constante e indivisible de dos naturalezas perfectas en la persona de Cristo es, exactamente, lo que da valor infinito a su mediación5 y lo califica para ser el Mediador6 indiscutible que necesitan los pecadores. Nuestro Mediador puede identificarse con nosotros porque es realmente hombre. Y no obstante, a la misma vez, puede tratar con el Padre por nosotros en igualdad de condiciones porque es realmente Dios. La misma unión da valor infinito a su justicia cuando es imputada7 a los creyentes; la justicia de Aquel que era [y es] Dios al igual que hombre. La misma unión da infinito valor a la sangre expiatoria8 vertida por los pecadores en la cruz; la sangre del que era [y es] Dios al igual que hombre. La misma unión da infinito valor a su resurrección: cuando volvió a vivir como la Cabeza del cuerpo de creyentes, lo hizo, no meramente como hombre, sino como Dios. Dejemos que estas cosas penetren profundamente en nuestros corazones. El segundo Adán es más grande de lo que fue el primer Adán. El primer Adán era sólo hombre y como tal, cayó. El segundo Adán era Dios al igual que hombre y, por esto, venció completamente.
Dejemos el tema con sentimientos de profunda gratitud y agradecimiento. Está lleno de abundante consolación para todos los que conocen a Cristo por fe y creen en Él.
¿El Verbo se hizo carne? Entonces, puede conmoverse por el sentimiento de las debilidades de su pueblo porque Él mismo las sufrió, siendo tentado. Es todopoderoso porque es Dios y, aun así, puede identificarse con nosotros porque es hombre.
¿El Verbo se hizo carne? Entones, nos puede dar un patrón y ejemplo perfecto para nuestra vida cotidiana. Si hubiera caminado entre nosotros como un ángel o un espíritu, nunca habríamos podido imitarlo. Pero habiendo habitado entre nosotros como hombre, sabemos que la verdadera norma de la santidad es “andar como él anduvo” (1 Jn. 2:6). Él es un modelo porque es Dios, pero también un modelo que conoce exactamente nuestras (necesidades) porque es hombre.
Por último, ¿el Verbo se hizo carne? Entonces, veamos en nuestros cuerpos mortales una dignidad real y verdadera, y no los contaminemos con el pecado. Por despreciable y débil que pueda parecer nuestro cuerpo, es un cuerpo que el Hijo eterno de Dios no se avergonzó de tener y de llevar al cielo. Ese sencillo hecho es una promesa de que levantará nuestro cuerpo en el día final y lo glorificará junto con el suyo.
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5. Mediación – Acto de intervenir entre dos partes hostiles para restaurar la paz.
6. Mediador – Intermediario. “Agradó a Dios, en su propósito eterno, escoger y ordenar al Señor Jesús, su Hijo unigénito, conforme al pacto hecho entre ambos, para que fuera el Mediador entre Dios y el hombre; Profeta, Sacerdote y Rey; Cabeza y Salvador de la Iglesia, el heredero de todas las cosas y Juez del mundo; a quien dio, desde toda la eternidad, un pueblo para que fuera su simiente y para que a su tiempo lo redimiera, llamara, justificara, santificara y glorificara” (Confesión de Fe Bautista de Londres, 8.1). Ver Portavoz de la Gracia N° 23: Cristo el Mediador. Disponible en CHAPEL LIBRARY.
7. Imputada – Puesta a cuenta de uno. Ver Portavoz de la Gracia N° 7: Justicia imputada.
8. Expiatoria – Que cubre la culpa del pecado. Ver Portavoz de la Gracia N° 15: La obra de Cristo. Disponible en CHAPEL LIBRARY.
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Tomado de Pensamientos expositivos de los Evangelios: San Juan (Expository Thoughts on the Gospels: St. John), Tomo 1, de dominio público.