En enero de este año, el presidente Trump hizo historia cuando llegó a ser el primer presidente que menciona la reunión anual de Marcha por la Vida en Washington D.C.: “Cuando vemos la imagen de un bebe en el vientre de su madre, tenemos un vistazo de la majestad de la creación de Dios…cada vida humana, antes y después de nacer, está hecha en la santa imagen del Todopoderoso Dios”. Las palabras del Presidente y la presencia en la Marcha sirvieron como un símbolo fuerte para comunicar lo que ha significado el movimiento pro-vida durante su administración y estableció el tono para una lucha que continúa en el año 2020.
En los últimos tres años hemos visto una conservadora revolución judicial, fondos federales han sido desviados de las clínicas de abortos y solo en el 2019 se aumentaron las restricciones de aborto en cincuenta y nueve estados. Sin embargo, hay mucho trabajo en adelante para los defensores de la vida. En marzo de este año, la Corte Suprema celebrará una audiencia para el primer caso relacionado con el aborto desde la confirmación de Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh. La Corte celebrará el caso de June Medical Services versus Gee para determinar el futuro de una nueva ley en Louisiana exigiendo que cualquier doctor que realice procedimientos de abortos necesite privilegios de admisión en hospitales dentro de treinta millas, las mismas normas de cuidado que se requieren tener en otros procedimientos ambulatorios en el estado (The Federalist).
Si se respeta la ley, es probable que solo quede una clínica de aborto en el estado de Louisiana. Si en verdad la Corte declara un veredicto favorable para los defensores de la vida, de seguro saldrán muchos casos y legislaciones con el objetivo de comparecer ante los jueces. El país está esperando este caso y los resultados de la elección en noviembre para determinar el futuro equilibrio ideológico de varios tribunales federales y de la Corte Suprema en sí misma. Mientras tanto, se esperan en el 2020 algunas más prohibiciones estatales de aborto en estados como Tennessee, Idaho, Nebraska, Ohio y South Carolina. En otros lugares, al parecer, estados como Nueva York, Maine, y Virginia han respondido a este resurgimiento conservador al aprobar leyes más bárbaras que aumentan el acceso al aborto de embarazo avanzado, ampliando más la distancia entre la cuestión política e ideológica de vida.
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Escrito por Anna Timmer. Cortesía de Banner of Sovereign Grace Truth. Esta traducción es protegida por copyright. ©