Dios es Espíritu (1)
Daniel Chamberlin
Dios no tiene cuerpo. En Su esencia no hay nada material.
Si tuviera cuerpo no cargaría a la humanidad con el pecado de cambiar Su gloria y convertirla en una imagen como la del hombre corruptible, las aves, las bestias o los reptiles (Ro. 1:23). Él es ciertamente el Padre de los espíritus (He. 12:9). Considera lo que sería verdad si Dios existiera de cualquier otra forma.
Si Dios no fuera Espíritu, no podría ser una esencia. Si tuviera cuerpo, sería uno compuesto de diversas partes, y podría ser dividido. Cada parte sería finita o infinita. En el primer caso, las partes serían indignas de Dios. En el segundo, cada parte sería Dios y, por tanto, habría muchos dioses. Pero Dios no es compuesto; Él es uno. Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es (Dt. 6:4).
Si Dios no fuera Espíritu, no podría ser invisible. La invisibilidad es una de Sus perfecciones. Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible (1 Ti 1:17). Las cosas visibles están dentro de nuestra comprensión, pero lo invisible nos supera. Así como Dios es invisible para nuestros sentidos, también es incomprensible para nuestro entendimiento. Cuando se dice que Él apareció a Moisés y a otros profetas, no es que vieron Su esencia misma, sino una forma que se ajustaba a su limitada capacidad de percepción. Ningún hombre mortal puede ver a Dios (Éx. 33:20). Si Él fuera corpóreo, podríamos verle en cierta medida.
Si Dios no fuera Espíritu, no podría ser independiente.Una sustancia compuesta depende de la integración de sus partes para su existencia. Si son separadas, la sustancia deja de ser.
Si Dios no fuera Espíritu, no podría ser inmutable. Todo lo que esté compuesto de varias partes puede dividirse en esas partes. Es lo que ocurre cuando muere un hombre. Su vida se compone de cuerpo y espíritu, pero esas partes se dividen y en la tierra queda un cadáver sin vida. Pero Dios, siendo Espíritu sin mezcla, no admite división ni cambio.
Si Dios no fuera Espíritu, no podría ser omnipresente. Dios llena los cielos y la tierra (Jer. 23:24). Pero un modo de existencia corpóreo haría que esto fuera imposible, porque un cuerpo solo puede estar en un lugar a la vez.
Este libro está disponible en Cristianismo Histórico.
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