¿Alguna vez has escuchado de una novia que se presentó a su propia boda sin su vestido y sin adorno alguno? La razón por la que algo así no ocurre es porque es un día demasiado especial para ella como para olvidarse de tales cosas. Y es un día especial porque finalmente tendrá el gozo inmenso de unirse al amado de su alma. Pregunto: ¿Anhelamos nosotros de igual manera estar en comunión con nuestro Dios?
Tristemente no siempre podemos decir que es así. Escucha la pregunta que Dios hace en Jeremías 2:32 “¿Se olvida una virgen de sus adornos, o una novia de su atavío? Pues mi pueblo me ha olvidado por innumerables días.”
Cuando tú y yo decimos: “He estado descuidando mis devociones personales”, Dios lo ve como un olvido de El. Y El está muy atento a la frecuencia con la que lo hacemos: “…por innumerables días.” ¿Te has olvidado de Dios? ¿Hace cuánto tiempo que no sacas tiempo para estar a solas en comunión con El? Mi hermano, vuelve a tu amante Padre. Pon a un lado los medios sociales, las amistades o cualquier otra distracción, y entrégate a buscar su rostro todos los días. El se deleita en la oración de los rectos. (Prov.15:8) HMM