No hay cosecha hasta que la semilla está madura
J.C. Ryle
En la obra de la gracia, como en el crecimiento del grano, no hay cosecha hasta que la semilla está madura.
Ningún agricultor piensa en cortar su grano cuando está verde. Espera hasta que el Sol, la lluvia, el calor y el frío hayan efectuado su trabajo y las espigas doradas estén listas. Entonces, y no antes, mete la hoz y junta todo el grano en el granero.
Dios lleva a cabo su obra de gracia exactamente de la misma forma. Nunca saca a su gente del mundo hasta que está madura y lista. Nunca se la lleva hasta que su obra está hecha. Nadie muere en un momento equivocado, aunque en ocasiones algunas muertes les resulten muy misteriosas al hombre.
Descansemos con la satisfacción de saber que no hay azar, ni accidente, ni error en cuanto a la muerte de ningún hijo de Dios.
Extracto de “Marcos: Meditaciones sobre los Evangelios” por J.C. Ryle. Reservados todos los derechos. Este libro está disponible en Cristianismo Histórico.