Ve, mira la hormiga, perezoso
George Lawson
Ve, mira la hormiga, perezoso, observa sus caminos, y sé sabio (Proverbs 6:6).
Dios “[…] nos [ha enseñado] más que a las bestias de la tierra y nos [ha hecho] más sabios que las aves de los cielos” (Job 35:11). Pero el perezoso tiene menos inteligencia que el más minúsculo de los insectos. Se queja de que no puede trabajar, ¿pero tiene menos fuerzas que una hormiguita? “Las hormigas —dice otro sabio—, pueblo sin fuerza, que preparan su alimento en el verano” (Pr. 30:25); ellas, pues, serán sus jueces.
¿Por qué ha hecho Dios tal multitud de criaturas que no son de ninguna utilidad para el hombre? ¿Por qué ha creado algunas que destruyen sus bienes? Esta pregunta es vana. Estamos seguros de que Dios las ha creado todas con sabiduría y que ha constituido a algunas de ellas como maestras de sabiduría para nosotros. Las hormigas devoran parte de nuestro sustento, pero eso nos será muy beneficioso si somos lo bastante sabios para aprovechar sus lecciones. Cada hormiguero es una escuela, y el más sabio de los hombres considera a estos pequeños animales un testimonio para nosotros y nos recomienda sus instrucciones. El hombre hace de su apetito un dios (cf. Fil. 3:19) cuando piensa que solo las criaturas que nos sirven de alimento tienen alguna utilidad para nosotros, o cuando cree que su trabajo tiene como única finalidad proporcionarnos sustento y comodidad. La sabiduría que algunos animales nos enseñan es mucho más valiosa que el alimento que nos puedan ofrecer.
Otras criaturas también son nuestras maestras, al igual que las hormigas. ¡Contempla todas las especies animales creadas, oh ateo, y confiesa a su Hacedor! ¡Mira los bueyes y los asnos, oh ingrato, y sé sabio para reconocer a tu Benefactor! ¡Observa las aves del cielo, tú que tienes poca fe, y confía en la providencia de Dios!
¿Por qué señala el sabio a la hormiga como maestra de sabiduría para el perezoso? Agur nos da una explicación en el capítulo 30 de Proverbios: su debilidad puede avergonzar al perezoso de sus necias excusas. Ahora Salomón nos da otra razón.
Extracto de “Comentario a Proverbios” por George Lawson. Reservados todos los derechos. Este libro está disponible en Cristianismo Histórico.