La humildad
J.C. Ryle
El Señor Jesús llama “bienaventurados” a los que son pobres en espíritu. Se refiere a los humildes, los sencillos, los que no se dan importancia a sí mismos; se refiere a aquellos que tienen una profunda convicción de su naturaleza pecadora ante los ojos de Dios; estos son quienes no se creen “sabios en sus propios ojos y prudentes delante de sí mismos”. No son “ricos y enriquecidos”; no les gustaría estar en una posición en la que poder decir: “de ninguna cosa tengo necesidad”; se consideran “desventurados, miserables, pobres, ciegos y desnudos”. ¡Bienaventurados son tales personas!
La humildad es como la primera letra del alfabeto cristiano. Para edificar muy alto debemos empezar muy abajo (cf. Isaías 5:21; Apocalipsis 3:17).
Usado con permiso
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Extracto de “Mateo, Meditaciones sobre los Evangelios” por J.C. Ryle. Reservados todos los derechos. Este libro está disponible en Cristianismo Histórico.