Dios no se acordará del pecado
Charles H. Spurgeon
Esto es una maravilla para mí, una maravilla de maravillas, que Dios diga que hará lo que en algún sentido no puede hacer: que use un lenguaje que incluye una imposibilidad, y que sin embargo, sea estrictamente verdad, como es Su propósito. El perdón de Dios del pecado es tan completo que Él mismo lo describe como no recordar nuestra iniquidad y transgresión. He dicho que hay una imposibilidad en ello, y en efecto la hay, porque el Señor no puede, en estricta precisión de lenguaje, olvidar algo: el olvido es una debilidad, y Dios no tiene debilidades.
El Señor no ejercita la memoria como lo hacemos ustedes y yo. Nosotros recordamos el pasado, pero Él no tiene pasado: todas las cosas son presente para Él. Dios ve todo de inmediato, mediante una percepción intuitiva: el pasado, el presente, el futuro están delante de Él en una mirada. No podemos hablar, excepto a la manera de los hombres, diciendo que el Señor Dios tiene memoria; y, sin embargo, cuán bendito es que Él mismo use el lenguaje que es corriente entre nosotros, y se represente a semejanza de un hombre, y luego diga: “Nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.”
Él quiere que sepamos que Su perdón es tan verdadero y profundo que equivale a un absoluto olvido, una total amnesia de todo el mal realizado por los que son perdonados… El corazón del grandioso Padre no medita en los agravios que hemos cometido: Su mente infinita no está rumiando dentro de sí el relato de nuestras iniquidades. Ah, no. Si hemos acudido apresuradamente a Cristo buscando refugio, el Señor nunca más se acuerda de nuestro pecado. El registro de nuestra iniquidad es borrado, y el juez no guarda una memoria judicial de él.
– Charles H. Spurgeon, Dios No Se Acordará del Pecado, Vol. 28, #1685