No niegues el bien a quien se le debe
George Lawson
No niegues el bien a quien se le debe, cuando esté en tu mano el hacerlo (Proverbios 3:27).
Obrar con justicia es uno de los grandes pilares de la religión; y no debiéramos retrasarnos innecesariamente a la hora de dar a cada hombre lo que se le debe, porque la justicia tardía es injusticia momentánea. Cuando nuestro prójimo nos pide que le devolvamos un dinero que le debemos y, teniendo la posibilidad de hacerlo, retrasamos el pago hasta después, somos claramente culpables de injusticia; porque ese hombre tiene el mismo derecho a disponer en el presente de su propiedad que dentro de un año. Conocemos casos de hombres censurados y amenazados por retener el jornal del trabajador. La misma crítica puede hacerse de quienes se niegan a pagar sus deudas justas, o a devolver a su legítimo propietario cualquier objeto perdido que hayan encontrado; pues no debemos hacer lo que queramos con lo que no es nuestro, ni tampoco deber a los demás nada más que amor.
Debemos el amor y los frutos que provienen de él a nuestros semejantes, según sus necesidades, sus temperamentos y nuestra relación con ellos; y quebrantamos la ley de la justicia si retenemos aun de nuestros enemigos lo que les debemos según la ley de Cristo; porque muchas cosas deben reconocerse como deudas justas que tenemos que pagar por causa de Él, aunque
los destinatarios no tengan derecho a reclamarlas por sus propios méritos. Puede resultarnos difícil dar a los demás lo que se les debe por las leyes de la justicia o de la caridad; pero no es
cuestión de si es fácil o no, sino de si está en nuestras manos hacer a los demás ese bien que se les debe. Con frecuencia los frutos del amor son trabajos, pero nunca lo serán tanto como el
trabajo de amor que nuestro Redentor llevó a cabo por nosotros con alegría, y nadie va a salir perdiendo con ellos (cf. He. 6:10 RVR 1960).
Lo que hoy está en nuestras manos hacer puede no estarlo mañana y, por tanto, no debiéramos retrasar la ejecución de cualquier buena obra (cf. Gá. 6:10).
Extracto de “Comentario a Proverbios” por George Lawson. Reservados todos los derechos. Este libro está disponible en Cristianismo Histórico.