Siete razones por las que las familias deberían orar
Thomas Doolittle
RAZÓN Nº 1: Porque cada día recibimos misericordias de la mano de Dios para la familia. Cada día nos colma de beneficios (Sal. 68:19). Cuando se despiertan por la mañana y encuentran que su morada está segura, que no la ha consumido el fuego ni ha sido allanada por ladrones, ¿no es esto una misericordia de Dios para la familia? Cuando despiertan y no encuentran a nadie muerto en su cama, ni reciben malas noticias por la mañana, ni hay ningún niño muerto en una cama, y otro en otra; y no hay dormitorio en la casa, en el que la noche anterior muriera alguien, sino que, al contrario, los encuentran a todos bien por la mañana, refrescados por el descanso y el sueño de la noche, ¿no son estas y muchas otras bendiciones de Dios sobre la familia suficientes para que al levantarse ustedes llamen a su familia y todos juntos bendigan a Dios por ello? De haber sido de otro modo, [si] el amo o la ama de casa [estuvieran] muertos, o los niños, o los criados, ¿no diría el resto: “Habría sido una misericordia para todos nosotros si Dios lo hubiera dejado vivo a él, a ella, a ellos?”. Si sus casas hubieran sido consumidas por las llamas y Dios los hubiera dejado a todos en la calle antes del amanecer, ¿no habrían dicho: “Habría sido una misericordia si Dios nos hubiera mantenido a salvo a nosotros y nuestra morada, y hubiéramos descansado, dormido y nos hubiéramos levantado a salvo?”. ¿Por qué no reconocen ustedes, señores, que las misericordias son misericordias, hasta que Dios se las quita? Y si lo admiten, ¿no deberían alabar a diario a Dios? ¿Acaso no fue Él mismo quien vigilaba mientras ustedes dormían y no podían cuidar de ustedes mismos? “Si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia… pues Él da a su amado aun mientras duerme” (Sal 127:1-2).
De la misma manera en que las familias reciben muchas misericordias durante la noche para que bendigan a Dios por la mañana, también tienen muchas otras durante el día para que puedan darle gracias, por la noche, antes de acostarse. Me parece que no deberían dormir tranquilamente hasta haber estado juntos, arrodillados, no vaya a ser que Dios diga: “Esta familia que no ha reconocido mi misericordia hacia ellos en este día ni me ha dado la gloria por esos beneficios con los que los he confortado, no volverá a ver la luz de otro día ni tendrá misericordias un día más por las que bendecirme”. ¿Qué ocurriría si Dios les dijera cuando ya están acostados en su cama: “Esta noche vendrán a pedir sus almas, ustedes que se han ido a la cama antes de alabarme por las misericordias que he tenido con ustedes durante todo el día, y antes de que oraran pidiendo mi protección sobre ustedes en la noche”. Pongan atención: Aunque Dios sea paciente, no lo provoquen.
RAZÓN Nº 2: Deberían orar a Dios a diario con sus familias, porque hay pecados que se cometen a diario en la familia. ¿Pecan ustedes juntos y no orarán juntos? ¿Y si fueran condenados todos juntos? ¿Acaso no comete cada miembro de su familia muchos pecados cada día? ¿Cuán grande es el número de todo ellos cuando se consideran o se contemplan juntos? ¡Cómo! ¿Tantos pecados cada día bajo el mismo techo, entre sus paredes, cometidos contra el glorioso y bendito Dios, y ni una sola oración? Un pecado debería lamentarse con un millar de lágrimas; pero no se ha derramado ni una sola, nadie ha llorado por nada, juntos en oración, ni por un millar de pecados. ¿Es esto arrepentirse cada día cuando no confiesan sus pecados a diario? ¿Quieren que Dios perdone todos los pecados de su familia? ¡Contesten! ¿Sí o no? Si no quieren, Dios podría dejarles ir a la tumba y también al infierno con la culpa del pecado sobre sus almas. Si quieren [que Dios perdone todos los pecados de su familia], ¿no merece la pena pedir perdón? ¿Querrían y no lo suplicarían de las manos de Dios? ¿No juzgarían todos que un hombre justamente condenado, que aún pudiera tener vida solo con pedirla y no lo hiciera, merecería la muerte? ¿Cómo pueden acostarse tranquilamente y dormir con la culpa de tantos pecados sobre sus almas, sin haber orado para que sean borrados? ¿De qué está hecha su almohada, que sus cabezas pueden descansar sobre ella bajo el peso y la carga de tanta culpa? ¿Acaso es su cama tan mullida o su corazón tan duro que pueden descansar y dormir, cuando a todos los pecados que han cometido en el día le añaden este otro de la omisión, por la noche? Tómense en serio los pecados que a diario se cometen en sus familias y sentirán que hay una razón por la que deberían de orar a Dios juntos cada día.
RAZÓN Nº 3: Deberían ustedes elevar sus plegarias a Dios en familia cada día, porque son muchas las carencias que tienen a diario y nadie las puede suplir, sino Él. ¡Dios no [necesita] sus oraciones, pero ustedes y los suyos [necesitan] las misericordias que vienen de Él! Si desean estas bendiciones, ¿por qué no oran por ellas? ¿Pueden ustedes suplir las necesidades de su familia? Si les falta salud, ¿acaso pueden ustedes dársela? Si no tienen pan, ¿pueden ustedes proporcionárselo a menos que Dios lo provea? ¿Por qué, pues, nos dirigió Cristo a orar de la siguiente manera: “Danos hoy el pan nuestro de cada día” (Mt. 6:11)? Si están faltos de gracia, ¿pueden ustedes obrarla en ellos? ¿O es que nos les importa que mueran sin ella? ¿No es Dios el Dador de toda cosa buena? “Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces” (Stg 1:17).
Las bendiciones son del cielo y las buenas dádivas vienen de lo alto; la oración es un medio señalado por Dios para hacerlas descender. “Si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios” (Stg 1:5). ¿Piensan que no necesitan sabiduría para realizar sus deberes hacia Dios y hacia el hombre, para guiar a sus familias para su bien temporal, espiritual y eterno? Si es esta su convicción, son ustedes unos necios. Y si creen que no tienen necesidad de sabiduría, por esos mismos pensamientos pueden discernir su [falta] de ella. Si creen que tienen suficiente, es evidente que no tienen ninguna. ¿Y no se la pedirían a Dios si quisieran tenerla? Si ustedes y los suyos carecen de salud en sus familias, ¿no deberían pedírsela a Dios? ¿Pueden ustedes vivir sin depender de Él? ¿O pueden decir que no necesitan Su ayuda para suplir sus necesidades? Si es así, ustedes se contradicen: y es que estar pasando necesidades y no ser seres dependientes es una contradicción. Pensar que no viven en dependencia de Dios es creer que no son hombres ni criaturas. Y si en verdad dependen de Él y necesitan su ayuda para suplir sus [necesidades], su propia indigencia1 debería hacerlos caer de rodillas para orar a Él.
RAZÓN Nº 4: Deberían orar en familia a diario, por los empleos y las tareas cotidianas. Cada uno que pone su mano a trabajar, su cabeza a idear, debería poner su corazón a orar. ¿No sería su actividad comercial en vano, su labor y su trabajo, sus preocupaciones y sus proyectos2 para el mundo, sin propósito sin la bendición de Dios? ¿Les convencería que Dios mismo se lo dijera? Entonces lean el Salmo 127:1-2: “Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican… Es en vano que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor”. ¡Pan de afanosa labor! Sin Dios, trabajan en vano para conseguir pan para ustedes y sus familias. Podrían sufrir necesidad aun después de todo su afán. Y sin la bendición de Dios, si lo comen cuando lo han conseguido con mucho esfuerzo y preocupación, lo comerán en vano; porque sin Él no podrá nutrir sus cuerpos.
Después de considerar estas cosas, ¿no es necesario orar a Dios para prosperar y tener éxito en sus llamados? La oración y el duro trabajo deberían fomentar aquello que es su objetivo. Orar y no hacer las obras de sus llamados sería esperar provisiones mientras son negligentes. Trabajar duro y comerciar sin orar sería esperar prosperar y tener provisión sin Dios. La religión que les da deberes santos no les enseña a descuidar sus llamados ni tampoco a confiar en sus propios esfuerzos sin orar a Dios. Pero ambas cosas deben mantener su lugar y tener una porción de su tiempo3. La oración es una cosa media entre la dádiva de Dios y nuestra recepción. ¿Cómo pueden recibir si Dios no da? ¿Y por qué esperan que Dios de, si no piden? “No tenéis, porque no pedís” (Stg 4:2).
Oren por aquello por lo que trabajan. Y en aquello por lo que oran, trabajen y esfuércense. Y esta es la verdadera conjunción de trabajo y oración. ¿O acaso serán ustedes como [aquellos] a los que les habla el apóstol? “Oíd ahora, los que decís: hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia” (Stg 4:13). ¿Harán, pero no pedirán permiso a Dios con respecto a si pueden o no? ¿Irán, aunque Dios los postre en una cama de enfermedad o en sus tumbas? Háganlo si pueden. ¿Pasarán allá un año? ¿Y qué si la muerte los arrastra tan pronto como lleguen allí? Si la muerte manda que sus cuerpos vuelvan al polvo, a la tumba y los demonios vienen a buscar sus almas para llevarlas al infierno, después de esto “¿seguirán en esa ciudad durante un año?”. Si una parte de ustedes está en la tumba y la otra en el infierno, ¿qué parte de ustedes va a seguir en la ciudad? ¿Comprarán y venderán? ¿Y si Dios no les da ni dinero ni crédito? Me pregunto con quién negociarán. ¿Obtendrán ganancia? Están decididos a hacerlo; piensan que lucharán y prosperarán y que se harán ricos. ¿Y si Dios maldice sus esfuerzos y dice: “¡No lo harán!”? Quieren todo esto y tendrán lo que quieren; pero su poder no equivale a su voluntad. Aquí hay mucha voluntad, pero ni una palabra de oración. No deberían ir a su trabajo ni a sus tiendas y llamados hasta haber orado primero a Dios.
RAZÓN Nº5: Deberían orar a Dios en familia a diario, porque todos ustedes están sujetos cada día a las tentaciones. Tan pronto como se levantan, el diablo estará luchando por sus primeros pensamientos. Y cuando se hayan levantado, los instará a hacerle a él el primer servicio y los ayudará todo el día para arrastrarlos a algún pecado odioso4 antes de la noche. ¿No es el diablo un enemigo sutil, vigilante, poderoso e incansable? ¿No necesitan todos ustedes juntarse por la mañana para que Satanás no pueda prevalecer contra ninguno de ustedes antes de la noche, hasta que vengan de nuevo juntos delante de Dios? ¡A cuántas tentaciones se enfrentarán en sus llamados y su compañía, que, sin Dios, no podrán resistir! ¡Y cómo caerían y deshonrarían a Dios, desacreditarían su profesión, contaminarían sus almas, perturbarían su paz y herirían sus conciencias! Orígenes5 lo denunciaba en su lamento. Y es que ese día [en el que] omitió la oración, pecó odiosamente: “Pero yo, ¡oh infeliz criatura! Me deslicé de mi cama al amanecer del día y no pude acabar mi acostumbrado devocional ni llevar a cabo mi habitual oración; [sino que] cedí y me envolví en las trampas del diablo”.
RAZÓN Nº 6: Deberían orar en familia a diario, porque todos están sujetos a los riesgos, las casualidades y las aflicciones cotidianas. Y la oración podría impedirlos u obtener fuerza para soportarlos y prepararlos para ellos. ¿Saben ustedes qué aflicción podría caer sobre su familia en un momento del día o de la noche, ya sea por una enfermedad, la muerte o pérdidas externas en su propiedad? ¿Tal vez podría ser un hombre que no paga su deuda y se marcha con la suma, y otro que se ha llevado otro tanto? ¿Están ustedes realmente tan retirados del mundo que esto no provocaría en ustedes una pasión ni los haría pecar contra Dios? ¿O será que pueden soportarlo sin murmurar y sin descontento, que no necesitan orar para tener un corazón sereno, si estas cosas caen sobre ustedes? ¿Si salen al extranjero o envían a un hijo o criado están seguros que ustedes o ellos regresarán con vida? Aunque salgan con vida, pueden ser traídos de vuelta muertos. ¿No tienen, pues, necesidad de orar a Dios por la mañana, para que guarde sus salidas y entradas, y no deben bendecirle juntos por la noche si lo hiciera? ¿A cuántos males está el hombre expuesto, esté en su casa o fuera? Anacreonte6 perdió la vida cuando un pedazo de uva se le atravesó en la garganta. Fabio7, senador de Roma, murió ahogado al tragarse un pequeño pelo en un trago de leche. Los pecados que se cometen diariamente, ¿no claman en voz alta que también merecen un castigo diario? ¿Y no deberían ustedes clamar tan alto en su oración diaria que Dios, en sus misericordias, los impida? ¿O si caen sobre ustedes, que los santifique para su bien o los quite? ¿O, si permanecen, que los afirme bajo el peso de ellos? Sepan que en ningún lugar estarán a salvo sin la protección de Dios, de día o de noche. Si sus casas tuvieran cimientos de piedra y los muros estuvieran hechos de cobre o de diamante, y las puertas de hierro, con todo no podrían seguir estando a salvo si Dios no los protege de todo peligro. Oren, pues.
RAZÓN Nº 7: Deben orar a Dios en familia a diario o los paganos mismos se levantarán contra ustedes, los cristianos, y los condenarán. Los que nunca tuvieron el medio los medios de gracia (como ustedes han tenido) ni una Biblia para dirigirlos y enseñarles (como ustedes han tenido), ni ministros enviados hasta ellos (como ustedes han tenido en abundancia), que se avergüencen avergüenzan a muchos de los que se llaman “cristianos” y que hasta hacen grandes profesiones. Cuando he leído los dichos de algunos paganos que mostraban lo que acostumbraban hacer, y observado la práctica y la negligencia de muchos cristianos en sus familias, he estado a punto de concluir que los paganos eran mejores hombres. Era su costumbre el sacrificar a sus dioses por la mañana y por la tarde, para poder tener el favor de ellos y tener éxito en sus propiedades, como pueden ustedes saber a través de sus poetas.
¿No avergüenzan los paganos a muchos de ustedes? Decían: “Ahora hemos sacrificado, vayamos a la cama”. Ustedes dicen: “Ahora que hemos cenado, acostémonos”, o “juguemos una partida o dos de naipes y vayámonos a la cama”. ¿Son ustedes hombres o cerdos con aspecto humano? El Sr. Perkins8 asemejó a tales hombres a los cerdos que viven sin oración en sus familias, “que están siempre alimentándose de bellotas9 con avaricia, pero que nunca miran la mano que las hace caer ni al árbol del que han caído”.
Notas:
1 Indigencia: pobreza.
2 Preocupaciones y proyectos: dura tarea angustiosa y planes.
3 Desiderio Erasmus (1466 aprox.—1536: “No debemos confiar tanto en nuestra propia industria como para descuidar la ayuda divina ni, por el contrario, deberíamos depender tanto de la ayuda de la gracia como para disminuir nuestros esfuerzos y descuidar nuestro deber”.
4 Odioso: sumamente impío, abominable.
5 Orígenes: (185 aprox.—254): Teólogo, historiador de la iglesia y erudito: la cita es de su Ecclesiastical History.
6 Anacreonte (572—485 a.C.): Poeta griego nacido en Teos.
7 Quinto Fabio Pictor (200 a.C. fi): uno de los primeros historiadores romanos en prosa y miembro del Senado romano.
8 William Perkins (1558—1602): Predicador puritano y teólogo educado en Cambridge y a veces llamado “Padre del puritanismo”.
9 Bellota: fruto de la encina que se acumula en el suelo y que se usa especialmente como comida para los cerdos.
Tomado de “How May the Duty of Family Prayer Be Best Managed for the Spiritual Benefit of Every One in the Family?” [Cómo gestionar mejor el deber de la oración familiar para el beneficio spiritual de cada miembro de la familia], Puritan Sermons 1659—1689, Being the Morning Exercises at Cripplegate, Vol. 2, Richard Owen Roberts, editor.
Traducción de IBRNJ. Todos los derechos reservados. © 2015 IBRNJ.