George Lawson
El perezoso mete su mano en el plato, y ni aun a su boca la llevará (Pr. 19:24).
Despierta, perezoso, de tu profundo sueño, si no quieres tener una vida desgraciada; porque la vida misma es una esclavitud insoportable cuando todas las tareas son una carga.
Guárdate de la pereza espiritual, que convierte en un gran trabajo cada uno de los deberes de la religión. Dios ama a los siervos alegres que se regocijan en la Justicia y se conducen con rectitud, pero no aceptará los servicios somnolientos y sin brío que son una deshonra para Él y sus caminos. Para el cristiano perezoso, orar y creer en Cristo parecen una carga, aunque solo por medio de estos deberes pedimos, recibimos e ingerimos nuestro alimento espiritual. El cristiano activo admira la gracia de Dios, que nos ha impuesto estos santos ejercicios como deber; pero el perezoso se lamenta de que no puede alcanzar el Cielo mientras dormita en su sueño matutino.
Extracto de “Comentario a Proverbios” por George Lawson. Reservados todos los derechos.
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