El decálogo para la era digital (5): descanso digital
En la era digital, la vida se ha vuelto frenética. La tecnología afirma facilitar la vida, pero a la vez que ahorra tiempo en una tarea, añade otro trabajo que podemos llevar a cabo con el tiempo que hemos ahorrado. Cada vez cuesta más desconectarse, despojarse de los auriculares y sencillamente descansar sin los bips, blips y la retroiluminación de las pantallas. Ahora más que nunca necesitamos recuperar el cuarto mandamiento para hallar el reposo que Dios ha prescrito para Su creación.
Aunque trata específicamente sobre el Día del Señor, el cuarto mandamiento también se ocupa del descanso en general, un reposo de la labor, un respiro para recargar las pilas espirituales y una pausa para concentrarnos en el Señor que es merecedor de nuestra absoluta y enfocada atención.
Las estadísticas demuestran la gran dificultad de hallar este descanso para ustedes que son jóvenes (también para los mayores). Una encuesta de Pew Research muestra que el 78% de los jóvenes de entre doce y diecisiete años tienen hoy un teléfono móvil (o celular) y que casi la mitad de ellos (el 47%) posee un smartphone. Esto se traduce en que un 37% de todos los adolescentes tienen en la actualidad un celular de este tipo, cuando en 2011 solo el 23% de ellos contaba con uno. Este mismo porcentaje (23%) de adolescentes tiene una tablet, algo comparable a la población general adulta. El 95% de ellos usa Internet. El 93% tiene una computadora o pueden acceder a un ordenador en casa. Siete de cada diez (71%) de los adolescentes con acceso a una computadora en el hogar afirma que el ordenador portátil o de sobremesa que usan suelen, a menudo, compartirlo con otros miembros de la familia.1 Internet y la tecnología tienen una presencia casi constante en la vida de ustedes. Desde el dormitorio a la clase, del baño al automóvil, están conectados al mundo digital de alguna manera.
¿Cómo pueden ustedes cumplir este mandamiento de hallar reposo? Consideren el mandamiento de Dios. Que vivamos en un mundo digital que vulnera todos los aspectos de nuestra vida no hace que la Ley de Dios sea menos relevante. En realidad se podría argumentar lo contrario: la Ley de Dios adquiere mayor relevancia cuando más nos enfrentamos a la presión de nuestra cultura por conformarnos a unos valores diferentes. Dos voces compiten por lograr la atención de ustedes: la voz de Dios llama la atención: «Recuerden el día de reposo para santificarlo». Acuérdense de descansar de toda su labor. No olviden estar quietos y concentrarse en Dios. Pero también está la voz del mundo digital que combina con los estímulos del corazón pecaminoso y afirma ofrecer descanso, pero lo único que hace es ahogar toda expectativa de verdadero y perdurable reposo en Jesús, a medida que va consumiendo todo nuestro enfoque.
Céntrense en el reposo eterno. Cuando somos de Cristo por la fe, nuestro enfoque no debería orientarse en este mundo, sino en el venidero. Nuestro descanso en esta vida tendría que ser una preparación y una reflexión sobre el reposo eterno. ¿Acaso el ritmo del mundo digital no les hace anhelar ese descanso que espera al pueblo de Dios? (He. 4:9). El mundo está en sujeción a Cristo; sí, incluso el digital. Aunque parezca ejercer dominio sobre nosotros, debemos llegar a someterlo con la ayuda de Cristo y del Espíritu Santo. A veces, es tan fácil como desenchufar y desconectar para volver a conectar con el Señor a través de la oración y de la lectura de Su Palabra. Una copia impresa de la Biblia es más conveniente.
Finalmente, consideren a Jesús. En Su humanidad, necesitó momentos de descanso, de apartarse del mundo. «Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, salió, y se fue a un lugar solitario, y allí oraba« (Mr. 1.35). Jesús tenía que desconectar de todas sus relaciones terrenales y pasar tiempo en soledad y comunión con Dios. No solo establece el ejemplo, sino que proporciona la capacitación para cumplir el cuarto mandamiento. Jesús vivió en este mundo para obtener ese descanso perfecto y eterno para Su pueblo (He. 4). Ahora reposa de Su obra de redención y ofrece descanso a todos aquellos que vienen a Él por fe. Por este reposo redentor, les pide a los pecadores: «Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar». ¿Cómo encontrarán ustedes descanso en la era digital?
Notas:
1. Mary Madden et al, “Teens and Technology 2013”, http://www.pew-internet.org/Reports/2013/Teens-and-Tech.aspx. Publicado el 25 de noviembre de 2013.
Mark Keldermann es Decano de Estudiantes y de Formación Espiritual en el Seminario Teológico Puritano Reformado. Marten Kuivenhoven es pastor de la Heritage Netherlands Reformed Congregation de Grand Rapids, Michigan, y estudiante doctoral en el Seminario Teológico Calvino, Grand Rapids, Michigan.
El decálogo para la era digital I: ley y evangelio
El decálogo para la era digital II: ¿Es Google Dios?
El decálogo para la era digital III: ¿Ante quién nos inclinamos?
El decálogo para la era digital IV
El decálogo en la era digital V: Descanso digital
Este artículo se publica en Reflexiones con permiso de Banner of Sovereign Grace Truth. Traducción de IBRNJ, todos los derechos reservados © 2014.