¿Qué significa estar listo para la Segunda Venida de Cristo?
J.C. Ryle
¿Tenemos idea de lo que es estar listos para la Segunda Venida de Cristo? Que Él vendrá por segunda vez es tan cierto como todo el resto de la Biblia. El mundo aún no le ha visto por última vez. Tan cierto como que se fue de forma visible y en cuerpo en el monte de los olivos ante los ojos de sus discípulos es que volverá “sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24:30; cf. Hechos 1:11). Vendrá a resucitar a los muertos, a transformar a los vivos, a galardonar a sus santos, a castigar a los impíos, a renovar la Tierra y a quitar la maldición, a purificar el mundo como purificó el Templo y a establecer un reino donde el pecado no tenga lugar y la santidad sea la regla universal. Los credos que repetimos y profesamos creer declaran de continuo que Cristo viene otra vez. Los cristianos de la Antigüedad hicieron que mirar al regreso del Señor formara parte de su religión. Miraban hacia atrás, a la Cruz y a la expiación por el pecado, y se regocijaban en Cristo crucificado. Miraban hacia arriba, a Cristo sentado a la diestra de Dios, y se regocijaban en el Cristo intercesor. Miraban hacia delante, al regreso prometido de su Maestro, y se regocijaban al pensar que volverían a verle de nuevo. Y nosotros deberíamos hacer lo mismo.
¿Qué hemos recibido realmente de Cristo?; ¿y qué sabemos de Él?; ¿estamos viviendo como si anheláramos verle de nuevo y como si amáramos su Venida (cf. 2 Timoteo 4:8)? Estar listos para esa Venida no es más que ser cristianos verdaderos y coherentes. No exige a nadie que deje de ocuparse de sus asuntos cotidianos. No hace falta que el granjero abandone su granja, ni el vendedor su mostrador, ni el doctor a sus pacientes, ni el carpintero su martillo y sus clavos, ni el albañil su mortero y su paleta, ni el herrero su forja. Lo mejor que pueden hacer todos y cada uno de ellos es ser hallados cumpliendo con su deber, pero cumpliéndolo como cristianos, y con un corazón preparado y listo para irse. Ante una verdad como esta, ningún lector se asombrará si pregunto: ¿cómo están nuestras almas en cuanto a la Segunda Venida de Cristo? El mundo envejece y se va deteriorando. La vasta mayoría de los cristianos se parece a los hombres de los tiempos de Noé y de los días de Lot, que “estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio” (Mateo 24:38), plantando y edificando, hasta el día mismo en que vinieron el Diluvio y el fuego. Aquellas palabras de nuestro Maestro son muy solemnes y nos invitan a la reflexión: “Acordaos de la mujer de Lot”; “Estad alerta, no sea que vuestro corazón se cargue con disipación y embriaguez y con las preocupaciones de la vida, y aquel día venga súbitamente sobre vosotros como un lazo” (Lucas 17:32; 21:34). Una vez más pregunto: en cuanto a preparación para la Segunda Venida de Cristo, “¿cómo estamos?”
© 2013 Reservados todos los derechos. Traducción de Publicaciones Aquila. Esta lectura es un extracto del libro Cristianismo práctico por J.C. Ryle, publicado por Estandarte de la Verdad. Si desea leer más, puede obtener el libro en el sitio web de la librería cristiana Cristianismo Histórico.