D. Scott Meadows
En la primera epístola de Pedro (1:2), se exhorta a los cristianos a seguir el ejemplo de Cristo (2:21) en cuanto al sufrimiento y la santidad (1:15-16). Debemos vivir como pueblo escogido de Dios en un mundo profano, como extranjeros que le glorifiquen en un entorno hostil. Existe una forma de vida particularmente cristiana, ya sea como súbditos (2:13-17), esclavos (2:18-25), esposas (3:1-6), o maridos (3:7), que nos distinguirá de los inconversos y reflejará la gloria de Dios.
«En conclusión, sed todos» (3:8 es un deber moral), juntos, una congregación piadosa. N.B.: La virtud cristiana eleva la calidad de todas las relaciones interpersonales, tanto dentro de la iglesia como con los de afuera. ¡Profundo! (cf. 1 Jn 4:20-21). No se puede amar a Dios y odiar a aquellos a quienes Él ama. Caín mató a Abel y ofendió a su Creador y a sus padres. El individualismo popular aislado necesita admitir lo siguiente: «Si usted se cree una persona espiritual, ¿con quién lo es?». El aislacionista es malvado: «El que vive aislado busca su propio deseo, contra todo consejo se encoleriza» (Pr. 18:1; cf. 1 Jn 2:19). El Nuevo Testamento espera que todo cristiano sea miembro de una iglesia. «Todos los creyentes están sujetos a unirse a iglesias particulares» (1689 LBCF XXVI. 12). ¡Cuidado! Una oveja errante y caprichosa es más vulnerable ante el lobo.
1 Pedro 3:9 nos llama a amar a la sociedad en general. La integridad impregna toda la vida de uno y todas las relaciones, no solo aquellas que mantenemos con otros cristianos.
Estas gracias no son naturales (es decir, no proceden de nosotros mismos), sino espirituales: el carácter de Cristo y el fruto del Espíritu Santo. Tu pecaminosidad hará que no te «apetezca» hacerlas. Además, el mundo y el diablo trabajan contra estas cosas, de modo que debes luchar por ellas. Se trata de una guerra espiritual.
Para los cristianos verdaderos, templos del Espíritu Santo, son imperativos del evangelio. Pedro amplía los indicativos de este (por ej. 1:3-5) anteriormente mencionados.
Si la piedad fuera una naranja, estos serían los gajos. Cada uno de ellos es similar en que «forman una naranja»; pero, a pesar de ello, son en cierto modo distintos. Véase la descripción similar, aunque no idéntica, de Pablo (Ro. 12:9-16) → un Cristo, un consejo coherente. La ética cristiana equivale al AMOR, la Regla de Oro (Mt. 7:12). Cada una de estas cosas, por separado, describe cómo queremos todos que nos traten los demás.
1. SER DISPUESTOS (3:8a) «Sed todos de un mismo sentir» «Todos deben ser de un mismo parecer» (NTV); «vivan todos ustedes en armonía» (DHH); «tengan todos un mismo pensar» (BLPH); «vivan todos ustedes en paz y unidad» (PDT); «sed todos de un mismo corazón» (RVA); «unánse todos en un mismo sentir» (RVC). No se trata de un pensamiento mecánico de grupo, en el que se sigue ciegamente a un líder falible, sino de una unidad de juicio entre hermanos regenerados, llenos del Espíritu, lúcidos y que crean en la Biblia. Algunos disienten, porque son incapaces de ponerse de acuerdo, lo que en inglés se denomina mediante el calificativo «CAVE» [Christians Against Virtually Everything (cristianos prácticamente en contra de todo)]. Este espíritu de disconformidad es pecaminoso, y hasta malvado. Véase la exposición de lo ideal en Hechos 2:1; 4:32; cf. la exhortación de Pablo en 1 Co. 1:10. La unidad se consigue cuanto todos están poseídos por el espíritu y la enseñanza de Cristo.
2. SENTIR EMPATÍA (3:8b) «… compasivos» «Compartan penas y alegrías» (BLPH). Gr. «siéntanse unidos» (lit.). Miembros de un mismo cuerpo (cf. 1 Co. 12:26). El amor hace que nos identifiquemos interiormente con las alegrías y las penas los unos de los otros. La pecaminosa alternativa no consiste necesariamente en ser rudos, sino apáticos, retraídos, egoístas… ignorar a los demás con tal de protegerse a uno mismo.
3. SER AFECTUOSOS (3:8c) «fraternales» Gr. φιλ-άδελφοι (amor + hermanos) «Ámense como hermanos» (NTV). Cf. Génesis 13:8; no hay nada más común ni más irónico que la rivalidad entre hermanos en la casa de Dios. El «amor fraternal» es especialmente correcto entre los cristianos adoptados en la familia de Dios, y una marca especial de ser verdaderos seguidores de Jesús (Jn. 13:34-35).
4. SER COMPASIVOS (3:8d) Gr. Término 2 x (Ef. 4:32, «amables»). «Misericordiosos» → llenos de piedad o compasión. El original significa literalmente «tener los intestinos fuertes», es decir, tener sentimientos → un término muy emocional. «Afectivos y compasivos» (LN 25.51). En cuanto a esta palabra, Lutero explica: «Cuando una madre ve que su hijo sufre angustia, todo su ser interno se conmueve». «El siglo I era frío y de corazón duro, pero el cristianismo tuvo una influencia enternecedora. Hoy, como resultado de aquello, tenemos hospitales, hogares para los ancianos y varias organizaciones de caridad. Sin embargo, ¡cuán insensible puede ser nuestro corazón frente al dolor de otro!» (Wuest).
5. SER AMABLES (3:8e) Gr. «amable, amistoso» (léxico griego BAGD), «afable» (Liddell). En la actualidad sería «cortés, educado» (AV) que significa «con buenos modales» (muy buenos), pero este término deriva de «de la corte» en el sentido de la conducta y el comportamiento de una persona de buena educación, amable y considerado. Alguien que hace que los demás se sientan a gusto y que provoca en ellos la sensación de poder confiar en él. Pruébese a sí mismo.
6. SER SUFRIDOS (3:9a, lentos para la ira incluso cuando nos hieran o nos humillen) «No devolviendo mal por mal, o insulto por insulto» (LBLA). «No paguen mal por mal. No respondan con insultos cuando la gente los insulte» (NTV). Se prohíbe una respuesta de odio frente a un trato aborrecible, ya sea de forma verbal o de cualquier otro modo. Recuerdo haber visto a un cachorro molestando a un perro grande, saltando sobre él, mordisqueándole las orejas, etc., y sin provocar reacción alguna en él. Así deberíamos ser. Debería darnos vergüenza que hubiera el más mínimo ejemplo de maldad o insulto en la iglesia, ¡pero, aún deberíamos sentirnos doblemente abochornados por tomar represalias! Esta carnalidad ha de ser repudiada por completo. Hemos de tener una mente como la de Cristo para sufrir sin causar daño, por amor a él y a quien nos maltrata.
7. SER MISERICORDIOSOS (3:9b, tratando a los demás mucho mejor de lo que merecen) «Sino más bien bendiciendo» (LBLA) [en lugar de dañar o insultar]. Aquí, «bendecir» significa hablarles bien (gr. eulogeo) y orar por ellos; implica, asimismo, amarlos y actuar con ellos de buenas maneras (Mt. 5:43-48).
Hermanos, hoy me alegro de este texto. Como pastor de ustedes, los insto al autoexamen, al arrepentimiento y la reforma. Hasta las viejas amistades son como jardines en los que hay que arrancar continuamente las malas hierbas y cultivarlos sin cesar. Miren a su alrededor. La gente que los rodea son las personas mismas a las que están llamados a amar. Es posible que tengan que arrancar algunas malezas relacionales mediante la reafirmación de su amor y la petición de perdón. Su relación con él o con ella es la prueba de su amor hacia Cristo.
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