El verdadero amor cristiano
Arthur Pink
El amor es la reina de las virtudes del cristiano. Es una santa disposición que se nos da cuando Dios nos concede un nuevo nacimiento. Es el amor de Dios derramado en nuestro corazón por el Espíritu Santo. El verdadero amor espiritual se caracteriza por la humildad y la bondad, aun siendo inmensamente superior a todas las cortesías y bondades de la carne.
Debemos tener cuidado de no confundir el sentimentalismo humano, la cortesía carnal, la amabilidad y afabilidad del hombre por naturaleza con elverdadero amor espiritual. El amor que Dios nos ordena, primero hacia Él mismo y luego hacia los demás, no es amor humano. No es el amor permisivo, que busca lo suyo y que se encuentra en nosotros por naturaleza. Si permitimos que nuestros hijos crezcan con poca, o ninguna, disciplina escrituraria, Proverbios dice claramente que no los amamos, no importa el sentimentalismo humano y el afecto que podamos sentir por ellos. El amor no significa que nos mimemos sentimentalmente los unos a los otros con una total indiferencia hacia la forma en que caminemos y obedezcamos delante del Señor. Quitar importancia a las faltas los unos de los otros para caer bien y ser estimados, no es amor espiritual.
La verdadera naturaleza del amor cristiano es un principio de rectitud que busca el bien más elevado de los demás. Es un poderoso deseo de promocionar el bienestar de los otros. El amor se ejerce en estricta conformidad con la voluntad revelada de Dios. Debemos amar en la verdad. El amor entre los hermanos es mucho más que una agradable sociedad en la que todos opinan de la misma forma. Se trata de amarlos por lo que vemos de Cristo en ellos; amarlos por amor a Cristo.
El propio Señor Jesús es nuestro ejemplo. Él no solo era considerado, bondadoso, tenía espíritu de sacrificio y era paciente, sino que también corrigió a su madre, utilizó un látigo en el Templo, regañó con severidad a sus discípulos que dudaban y denunció a los hipócritas. El verdadero amor espiritual es, por encima de todo, fiel a Dios y no se compromete con aquello que es perverso. ¡No podemos declarar: “Paz y seguridad” cuando en realidad hay una decadencia y una ruina espiritual!
El verdadero amor espiritual es difícil de ejercer porque no es nuestro amor natural. Por naturaleza amaríamos de forma sentimental y engendraríamos buenos sentimientos. Asimismo, muchas veces, el verdadero amor espiritual no se recibe en amor, sino que se odia de la misma forma en que los fariseos lo aborrecieron. Debemos orar para que Dios nos llene de su amor y nos capacite para ejercerlo sin disimulo con todos.