Falsos profetas, falsos maestros y un problema real: El caso de Harold Camping
La iglesia de hoy no puede permanecer fiel si tolera a los falsos maestros y dejan sus enseñanzas sin corregir y sin confrontar. Harold Camping no es el primer falso maestro que pone ante la iglesia un test de fidelidad semejante, y tampoco será el último.
Andy Warhol se equivocaba. La fama no es algo que apenas dure quince minutos. Después de todo, Harold Camping sigue estando en las noticias, más de una semana después de su profecía que anunciaba el final del mundo para el 21 de mayo a las seis de la tarde y que resultó ser falsa, tal y como se esperaba.
La profecía del fin del mundo de Camping y el circo publicitario relacionado con ella captaron la atención internacional. Fue prácticamente inevitable que sus afirmaciones se convirtieran en un asunto de interés global, seguido por el escarnio internacional. Después de todo, Camping había asegurado que disponía de un código secreto descubierto en la Biblia misma. Según él, este le permitía predecir el día exacto en el que Cristo aparecería y el juicio daría comienzo. Como dijo a la prensa, estaba absolutamente seguro de que el fin del mundo «iba a tener lugar sin lugar a la más mínima duda».
Anticipándose al 21 de mayo, Camping y sus seguidores compraron miles de carteles y vallas publicitarias y enviaron el mensaje por todos los Estados Unidos, pintado en caravanas. Algunos de sus seguidores vaciaron sus cuentas bancarias y regalaron sus posesiones, porque estaban convencidos de que ya no las iban a necesitar más.
Cuando el 21 de mayo llegó y pasó, obviamente el fin del mundo no ocurrió. Camping ni siquiera se disculpó ni admitió el hecho de que su profecía fuese falsa. En lugar de ello, dijo que, en realidad, la fecha del 21 de mayo era un día de juicio «espiritual» y que el verdadero día señalado por terremotos y cataclismos sería el 21 de octubre.
El escarnio y las risas de la comunidad secular fueron sonoros y totalmente predecibles. Un grupo de ateos se ofreció para ocuparse de las mascotas de aquellos que fueran arrebatados, pero a cambio de unos honorarios. Los comediantes de la sesión de noche siguen aún con el tema y Harold Camping es, al menos por el momento, un hombre famoso.
Sin embargo, Harold Camping no es un erudito cualificado de la Biblia ni un pastor. Tiene un título de estudiante universitario en ingeniería de la Universidad de California, Berkeley. Durante años fue anciano en la Iglesia Cristiana Reformada, pero la principal plataforma para sus enseñanzas surgió cuando en 1958, junto a otros más, compró una emisora de radio FM, mucho antes de que la FM fuera una retransmisora importante en el mundo de la radiodifusión. Todo esto cambiaría, por supuesto, y la expansión del ministerio de Camping en la radio, conocida como La Radio de la Familia, creció con el nuevo medio.
El 21 de mayo no fue su primera profecía fallida. En 1992 comenzó a predecir el final del mundo previsto para 1994. Cuando hubo pasado ese año, Camping se limitó a declarar que había malinterpretado el código escondido en la Biblia. Hoy, diecisiete años más tarde, vuelve a equivocarse.
Pero el Sr. Camping no sólo se equivoca en este tema bastante incómodo. Lo más importante es que ha hecho un llamamiento para que los cristianos dejen sus iglesias, proclamando que ha encontrado en la Biblia el anuncio de que la era de la iglesia ha acabado. Según enseña, como la iglesia ya no existe, los cristianos deberían dejar esas supuestas iglesias y sencillamente reunirse para tener comunión entre ellos. El bautismo, la Cena del Señor, mandamientos del Señor que deben practicarse hasta que él venga, ya no tienen razón de ser, según lo que Camping enseña.
Al mismo tiempo, Camping también niega la doctrina bíblica del Infierno. Últimamente ha declarado el final de la evangelización, y ha dicho a los oyentes de su programa que su preocupación está ahora centrada en los «verdaderos cristianos», y en la preparación de éstos para la llegada del Día del Juicio, previsto para el 21 de octubre.
Harold Camping ha rechazado toda corrección y todos los esfuerzos llevados a cabo para persuadirle de que cese de dar falsas enseñanzas. Abandonó una de las principales denominaciones y se ha lanzado por su cuenta. Ha recibido a delegaciones de teólogos preocupados y a importantes líderes cristianos, pero se ha opuesto por completo a todos los esfuerzos y se ha negado a tener que rendir cuentas a la iglesia.
Es el ejemplo clásico del falso maestro y falso profeta sobre los cuales la Biblia tiene tanto que decir. Y, a pesar de todo, algunos cristianos han sugerido que sus errores tienen que seguir sin corregir y que sus falsas enseñanzas deben tolerarse, solo porque es un hombre anciano.
El Sr. Camping cumplirá noventa años el 19 de julio, pero sus falsas enseñanzas no son consecuencia de su avanzada edad. Él comenzó con ellas hace mucho tiempo. Además, es portador de todas las señales de un falso profeta. Afirma tener un conocimiento secreto que le ha sido revelado sólo a él por Dios. Declara haber encontrado un código secreto en la Biblia. Rechaza lo que él define como «literalismos» y reclama el derecho a una interpretación «espiritual» del texto bíblico. No ha aceptado ninguna corrección de la iglesia creyente y persiste en sus falsas enseñanzas. Ha hecho que muchos se extraviaran de la verdad y ha acarreado reproche sobre el Cuerpo de Cristo. Se niega incluso a aceptar que su profecía era errónea. Él y sólo él está en lo correcto.
La Biblia tiene mucho que decir sobre estos falsos maestros y falsos profetas. En el Antiguo Testamento, los profetas cuyas profecías demostraban ser falsas, eran ejecutados. El Nuevo Testamento nos dice que deben ser dejados en evidencia, apartados de la iglesia y los creyentes no deben negarle incluso el saludo.
El apóstol Pablo advirtió a Timoteo que había algunos que tendrían «comezón de oídos» y que «acumularían para sí maestros conforme a sus propios deseos» (2 Timoteo 4:3). Avisó a Tito de que habrían algunos que trastornarían a la iglesia y a sus familias «enseñando, por ganancias deshonestas, cosas que no se deben» (Tito 1:11). Las palabras de Pedro a la iglesia van especialmente dirigidas al aumento de falsos maestros: «negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una destrucción repentina» (2 Pedro 2:1).
Por esta razón, Santiago advirtió: «Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos un juicio más severo» (Santiago 3:1).
Estas son palabras graves y los falsos maestros se encuentran en un verdadero problema. Esto ya era verdad en el primer siglo, cuando la iglesia comenzó, y también es ciertamente así hoy día. La diferencia existente es la velocidad con la que las falsas enseñanzas se pueden diseminar. La iglesia de hoy no puede permanecer fiel si tolera a los falsos maestros y dejan sus enseñanzas sin corregir, y sin confrontar. Harold Camping no es el primer falso maestro que pone ante la iglesia un test de fidelidad semejante, y tampoco será el último.
Este artículo fue escrito por el Dr. Albert Mohler, presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur en los Estados Unidos. Usado con permiso. Traducción de www.ibrnb.com, Derechos reservados.
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