La mejor demostración del amor hacia Cristo
Obedecer los mandamientos de Cristo es la mejor demostración del amor hacia Él.
Esta es una lección de inmensa importancia y sobre la que es preciso insistir constantemente a los cristianos. La prueba de que somos creyentes verdaderos no es que hablemos de religión y lo hagamos con soltura y con acierto, sino que cumplamos constantemente la voluntad de Cristo y sigamos sus caminos.
Las buenas intenciones no sirven de nada si no van acompañadas de actos. Pueden llegar a ser perniciosas para el alma, al endurecer de la conciencia. Las ideas pasivas que no se materializan en actos van insensibilizando y paralizando al corazón. La única demostración real de la gracia es vivir rectamente y hacer el bien. Dondequiera que esté el Espíritu Santo, siempre habrá una vida santa. Vigilar celosamente nuestra conducta, nuestras palabras y nuestros actos; esforzarnos constantemente en guiarnos por el Sermón del Monte en nuestras vidas; esa es la mejor demostración de que amamos a Cristo.
Por supuesto, no debemos malentender o torcer ideas como estas. No debemos pensar ni por un momento que “observar los mandamientos de Cristo” puede llegar a salvarnos. Hasta nuestras mejores obras son muy imperfectas; aun a pesar de que hagamos todo aquello de lo que somos capaces, seguimos siendo siervos débiles e inútiles: “Por gracia sois salvos por medio de la fe […]; no por obras” (Efesios 2:8). Pero el hecho de que defendamos cierto tipo de verdades no significa que olvidemos otro.
La fe en la sangre de Cristo debe ir acompañada siempre de la obediencia a la voluntad de Cristo: lo que el Maestro juntó, no lo separen sus discípulos. ¿Profesamos amar a Cristo? Manifestémoslo, pues, en nuestras vidas. El apóstol que dijo: “Señor; tú sabes que te amo” recibió este cometido: “Apacienta mis corderos”, lo que quiere decir: “Haz algo, sé útil: sigue mi ejemplo” (Juan 21:15).
Extracto de Meditaciones sobre los evangelios por J.C. Ryle. Derechos Reservados. Usado con permiso, cortesía de Editorial Peregrino.
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