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John (Juan) Bunyan – Un estudio breve

Noble Vater

Hay un libro que se llama en inglés The Pilgrim’s Progress, y en español El progreso del peregrino o sencillamente, El peregrino. Ese libro fue publicado en inglés en el año 1678 y ha sido publicado continuamente hasta el día de hoy. Ha sido traducido y publicado en muchos otros idiomas. Han hecho películas del libro. Después de la Biblia, es el libro cristiano que más salida ha tenido en el mundo. Con todo, en el mundo superficial de las iglesias evangélicas de hoy, un mundo de mucha televisión y poca lectura, hay personas que profesan fe en el Señor Jesucristo que no saben de Juan Bunyan ni de su libro famoso.

Sé que eso no es el caso de muchos que leerán esto, pero espero que este breve estudio sirva para que seamos estimulados a leer los libros de Bunyan, especialmente El peregrino y Gracia abundante (en inglés Grace Abounding to the Chief of Sinners) que es una auto-biografía de Bunyan con la historia de sus experiencias hasta que la gracia triunfó en él. También, es posible que puedan encontrar una copia de La guerra santa (título en inglés, The Holy War) y le aseguro que ese libro será de bendición a cualquier persona que ama la gracia de Dios y admira lo que Dios hace en su gracia para salvar a las almas humanas. Espero que leen este pequeña biografía estimulen a otros a leer los libros de Bunyan, porque son libros prácticos.

Usualmente Gracia abundante y ambas partes del Progreso del peregrino, o sea, El peregrino y La peregrina están disponibles a través de una casa publicadora u otra. Hay versiones abreviadas del Peregrino, algunos hechos para niños. Un libro por Bunyan sobre la oración fue publicado con el título en español La oración. Si puede conseguir una copia es excelente. La edición hecha por Estandarte de la Verdad (Banner of Truth Trust), contiene una pequeña reseña biográfica. Ese mismo libro fue publicado por Portavoz con el título Cómo orar en el Espíritu. CLIE hizo una edición de La guerra santa, pero hoy día no creo que ese libro está disponible. A mi conocimiento la única biografía de Bunyan bastante completa en español fue escrito por Alfredo S. Rodríguez y García. Luego daré más detalles sobre ese libro.

Basado en el testimonio de sus biógrafos, podemos decir que si Bunyan nunca hubiera escrito una página, hubiera tenido un ministerio bendito por Dios para la salvación de pecadores y la edificación de la iglesia del Señor. Pero probablemente hubiéramos sabido muy poco de él si no hubiera escrito esos libros que son reconocidos como clásicos, aun en el mundo no cristiano. En sus propios tiempos esos libros le dieron una influencia para mucho bien espiritual en la vida de las ovejas del Señor.

Ganó fama duradera por sus libros. Y como es natural en el ser humano, hay un deseo de saber qué clase de persona escribió un libro como El progreso del peregrino, o La guerra santa. Especialmente para el creyente, la lectura de algunos de los libros de Bunyan despierta el deseo de conocer al autor, de tener alguna comunión con él, de oírle predicar si fuera posible. Bunyan nos ha ayudado conocerle en parte mediante su autobiografía, Gracia abundante. Pero, gracias al Señor, otros nos han dado biografías con información que también es edificante y estimula al amor y buenas obras.

Por la autobiografía de Bunyan y por biografías, notas y memorias de otros, sabemos que además de ser autor, Bunyan sirvió y sufrió como predicador evangelista y pastor. Con un sentido profundo de un llamamiento de Dios, reconocido e impuesto por el pueblo de Dios, Bunyan creía que era su deber predicar el evangelio para que los pecadores se convirtieran. Para él, hubiera desobedecido a Dios si no hubiera predicado el evangelio. Por eso nunca aceptó callarse y estaba dispuesto a sufrir hasta la muerte si fuera necesario antes de desobedecer al Señor.

En un sentido, la historia de la iglesia es la historia de pecadores salvados por la gracia de Dios y luego llevando a cabo la voluntad de Dios por esa misma gracia. Toda persona que oye esa palabra “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”, confesará que está allí en ese reino por la redención en Cristo Jesús, una redención que fue planificada en la eternidad, llevada a cabo en la cruz y aplicada por el Espíritu Santo, todo por la pura y libre gracia y misericordia de Dios. Dirán todos, “…tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios…” Cada hijo de Adán que habitará al cielo (con la excepción de Aquel que es Hijo de Dios e Hijo del Hombre a la vez), lo habitará porque fue salvo por la pura gracia del Señor mediante la redención por la sangre de Jesucristo.

Esa gracia de Dios que solamente lleva a los pecadores al cielo tiene que ser aplicada a los escogidos. En su aplicación a los seres caídos a veces el Señor en su gracia obra en los niños desde una temprana edad, como en el caso de Samuel, de Juan el bautista y de Timoteo y otros. Pero también hay casos que tienen semejanzas al caso de Saulo de Tarso y la experiencia es sumamente notable. Según su propio testimonio, la experiencia de Bunyan guarda algunas semejanzas a la experiencia de Pablo, pero especialmente a la de Martín Lutero. Pasaba tiempos de agonía, pensando que había cometido el pecado que no tiene perdón, pensando que era como Esaú que vendió su primogenitura. Pero, a la larga el Señor le enseñó y le atrajo y una vez rescatado de sus pecados, habiendo recibido seguridad del perdón de sus pecados, Bunyan sabía que todo era de gracia y nunca olvidó ese hecho. Experimentó el poder de la gracia del Señor operando en su ser y sabia que el Señor fue el autor de esa transformación y poder. Sabía que Dios podía salvar a cualquier y deseaba la salvación de otros.

Todos los que sabemos algo de lo que debemos a la gracia de Dios nos sentimos atraídos a Juan Bunyan como a un hermano querido, viendo en él los triunfos de la grandeza de la gracia de Dios en medio de sufrimientos y también en los tiempos de paz. Deseamos tener el celo que tenía.

Bunyan nació en Inglaterra en noviembre del año 1628 en un pequeño pueblo llamado Elstow, no muy lejos de Bedford, un pueblo más grande, por medio del cual pasa un rio llamado Ouse. Bedford está al norte y un poco oeste de Londres.

El padre de Bunyan era un calderero, o estañador. Reparaba calderos. En aquellos tiempos muchos gitanos hacían esa clase de trabajo y por eso algunos biógrafos presentan la idea de que el padre o antepasados de Juan Bunyan eran gitanos. Esa idea no ha sido aceptada por muchos. Pero por esa asociación entre gitanos y estañadores entendemos como la familia de Bunyan no fue tenida por nada importante. Aun si Bunyan fuera gitano, ese hecho solamente nos haría ver la gracia de Dios más excelente.

Juan recibió una educación rudimentaria en el pueblito. Aprendió a leer y a escribir pero no tuvo la oportunidad de continuar más allá con una educación clásica. A los diez años de edad su padre le puso a aprender el oficio de calderero y Bunyan lo aprendió bien. Aun cuando joven pudo hacer el trabajo bien y a los 14 años había terminado su tiempo de aprendizaje y pudo trabajar por su cuenta. Deducimos que Bunyan era un joven fuerte y robusto, alegre y lleno de vida en el sentido popular. Parece que fue atrevido y no muy precavido y por eso por poco pereció ahogado un par de veces. También, según él, pudiera haber perdido su vida jugando con una serpiente venenosa. Estas cosas demuestran la bondad del Señor hacia él, que no le permitió perecer. Bunyan nos dice que en su tiempo libre le gustaba jugar un juego llamado “tipcat” y eso en los domingos, el día del Señor. Aprendió a bailar. Leyó una novela que no le hizo ningún bien en cuanto a la moralidad se refiere. A veces sonaba las campanas de la iglesia a horas desusadas. Pero una de sus costumbres más horribles fue la de jurar, maldecir y blasfemar.

Bunyan vivió en tiempos turbulentos. En el año 1643 cuando Bunyan tenía 15 años, el Parlamento de Inglaterra formuló más de 200 acusaciones contra el rey Carlos I. Se libró una guerra civil. Bajo el liderazgo de Oliver Cromwell los ejércitos del Parlamento pudieron derrotar a los que mantenían lealtad al rey. El rey fue decapitado. Con el apoyo del Parlamento, Cromwell luego dirigió el país como Protector, pero no aceptó que le hicieran rey. Logró aplastar a toda oposición y que la nación de Inglaterra fuera respetada. Era muy anti-católico y favorecía a los presbiterianos y a los anglicanos que tenían principios protestantes, pero había tolerancia de bautistas, congregacionalistas, independientes y otros disidentes siempre y cuando que eran pacíficos, llevando su fe de buena conciencia. En aquellos tiempos hicieron la confesión de fe de Westminster. También 7 congregaciones bautistas publicaron una confesión de fe en el año 1644 firmado por William Kiffin y Hanserd Knollys entre otros.

Como un aparte, pero como algo de interés a los que somos bautistas, Cromwell comisionó a un hombre llamado Samuel Morland a visitar a los perseguidos Valdenses en Europa y por esa visita sabemos mucho de esas iglesias antiguas porque Morland logró traer muchos de sus documentos que fueron publicados luego. En varias cosas los bautistas tienen semejanzas a algunos de esas iglesias valdenses.

Esos tiempos sin rey duraron desde 1644 hasta 1660 cuando el hijo de Carlos I, Carlos II, logró sentarse en el trono de Inglaterra, como 2 años después de la muerte de Cromwell. Carlos II básicamente creías en el catolicismo romano y mediante la iglesia anglicana buscó aplastar el protestantismo y obligar a todos a asistir a la iglesia anglicana y aportar a la iglesia anglicana y conformarse a todas las reglas de la iglesia anglicana. Cualquier ministro que no quiso conformarse fue despojado de su ministerio y en un día en el año 1662, 2000 ministros fueron despedidos. Muchas leyes opresivas fueron hechas para tapar la boca de todo ministro no conformista. Fueron multados, encarcelados, desterrados y hasta matados por no aceptar lo que el rey y los líderes anglicanos quisieron. Como veremos, todo esto afectó a Juan Bunyan.

Volvemos ahora a Bunyan y el año 1643, ese año importante en la historia de Inglaterra. En aquel tiempo murieron la madre de Bunyan y una hermana también. El padre de Bunyan se casó de nuevo dentro de 2 meses de la muerte de la esposa y parece que eso trajo conturbación a Juan y conflicto con su padre. En el año 1644 Bunyan se unió con el ejército. Creo que la mayoría de los biógrafos, especialmente los más recientes, piensan que El se unió con los ejércitos del Parlamento, pero otros han afirmado que se unió con los ejércitos reales, o sea con los leales al rey. (P.e., Offor defiende esta última posición en “Memoír of John Bunyan” en tomo 1 de The Whole Works of John Bunyan, edición de 1877, reproducido por Baker, Grand Rapids, 1975.) Ambos grupos presentan sus argumentos y algunos que creen que se unió al ejército del parlamento se apoyan en un documento hallado después que otros biógrafos escribieron. Bunyan no nos dice con que ejército sirvió como soldado, pero nos da a entender que era soldado y nos cuenta de una ocasión cuando cambió su turno de guardia con otro soldado y ese soldado fue matado en ese mismo turno. Dios hizo muchas cosas que Bunyan debiera haber meditado bien, pero parece que solo después vio él la gran misericordia de Dios hacia su alma.

Luego de salir del ejército a los 19 años de edad (quizás en julio de 1648 si él es el “John Bunion” en el documento hallado), Bunyan se casó como a 20 años de edad. La mujer con que se casó era pobre, pero religiosa. Como dote solamente trajo con ella 2 libros de su papá: The Plain Man´s Pathway to Heaven (El camino al cielo del hombre sencillo) por Arthur Dent, y Practice of Piety (Práctica de la piedad) por Lewis Bayly. Bunyan dice que eran tan pobres que no tenían entre ellos ni plato ni cuchara, o sea no tenían casi nada de cosas para su casa.

Cómo una mujer religiosa pudiera haberse casado con él es un misterio. No cabe duda que ella violó las normas de la voluntad de Dios. Sin embargo, en su gran misericordia hacia Bunyan (y hacia ella), Dios, a la larga, usó a esa joven esposa y esos 2 libros que ella llevó al matrimonio para la conversión de John Bunyan.

La conversión no sucedió pronto o a una vez, sino tras una lucha grande. Bunyan sintió compunción de algunos pecados y falta de paz y quería tener algo que no tenía. Al principio buscaba en la iglesia anglicana (no una cosa muy popular en los dias de Cromwell), pero experimentó uno y otro fracaso en su “búsqueda”. En un momento de fracaso comenzó a pecar más que nunca, especialmente, con la lengua con juramentos y maldiciones. Sin embargo, Dios en su providencia le mandó una reprensión por la boca de una mujer de baja vida que dijo a Bunyan que a ella le hizo temblar al oírle hablar como él hablaba y que él pudiera corromper toda la juventud del pueblo con su lengua. Debido a esa reprensión hecha por esa mujer de mala fama, Bunyan trató de nuevo a reformarse.

Otro suceso importante en la vida de Bunyan en el camino en el cual el Señor le llevó a la salvación fue que oyó una conversación entre tres mujeres de Bedford muy pobres. Hablaron sobre las cosas del Señor y de la Biblia y la fe y de sus experiencias con un gozo y una realidad que dejó a Bunyan con el deseo de tener lo que ellas tenían. Antes de seguir con esta historia hay una lección obvia aquí, y esa es que debemos siempre hablar como personas que tememos al Señor y gozarnos en la realidad de su salvación y presencia con nosotros. En Malaquías 3:16 vemos que Dios bendijo a los israelitas que temían al SEÑOR y que se hablaron unos a otros, y el SEÑOR prestó atención y escuchó, y fue escrito delante de Él un libro memorial para los que temen al SEÑOR y para los que estiman su nombre. Debemos hablar así porque agrada a Dios. Y si Dios quiere, entonces otras personas pueden oír algunas de las cosas que decimos, como Bunyan oyó, y nunca sabemos el efecto de una conversación sana en los que nos oyen. Esas 3 mujeres pobresísimas no estaban hablando por el beneficio de Bunyan, pero el sacó benefició y luego habló con ellas en otras ocasiones.

Todas esas cosas y muchas más que Bunyan nos cuenta en su autobiografía – de pesadillas, de tentaciones satánicas para quitarle toda esperanza, de ideas no bíblicas y de cómo comenzó a leer la Biblia y a orar. Todas esas cosas fueron usadas por el Señor para convencerle de pecado, para mostrarle su incapacidad para salvar a sí mismo y así salvarle y darle la seguridad de que en y por Jesucristo sus pecados fueron perdonados y él declarado justo por la obediencia de Jesús por medio de la fe en Él.

Por medio de esas mujeres pobres que ya mencionamos Bunyan conoció al recién instalado pastor bautista en Bedford, John Gifford, aquel que es como Evangelista en el Progreso del peregrino. Dios usó a Gifford para el bien de Bunyan. Especialmente, Bunyan aprendió a buscar todo en la Biblia y ser guiado por la Biblia solamente. Bunyan aprendió bien esa lección y comenzó a estudiar su Biblia con más amor e interés que nunca. Sin embargo, de alguna manera u otra, Bunyan también pudo leer el comentario de Lutero sobre la epístola a los gálatas, y ese libro fue canal de gran bendición a su vida. Bunyan casi nunca habló de un libro aparte de la Biblia, pero menciona ese de Lutero como de mucho beneficio a la conciencia herida.

Finalmente, Bunyan recibió paz del Señor, después de 5 o 6 años de temores. Fue bautizado el 13 de mayo de 1653, teniendo 24 ½ años de edad, en el río Ouse por el pastor John Gifford y se unió con la iglesia donde estaban las tres mujeres que le llevaron a Gifford y donde había otros fieles también. Poco después de su bautismo se enfermó gravemente y tuvo que luchar de nuevo con dudas, pero el Señor le dio la victoria y Bunyan se dedicó con nuevo poder a sus deberes como esposo y padre, y a sus deberes delante de Dios sobre todo.

En el año 1655 se murió la joven esposa de Bunyan y le dejó 4 hijos para cuidar. La mayor de los hijos era una hembra que nació ciega, llamada Mary (María). Bunyan la amaba grandemente. Es difícil para muchos leer el libro clásico de Sally Rochester Ford sobre esa niña sin llorar.

Como señala Rodríguez y García, los hermanos y hermanas de la iglesia de Bedford pronto reconocieron que Bunyan tenía dos cualidades o condiciones muy dignas de ser apreciadas en su justo valor, a saber: la sinceridad y robustez de sus convicciones religiosas y su gran facilidad de palabra. Convencido que Bunyan tenía los requisitos morales e intelectuales, algunos le instaban que predicara el evangelio. En su humildad y sabiduría dada por el Espíritu, Bunyan no los escuchó en seguida, pero “al fin… creyó que era su deber ante el Señor hacer una o dos pláticas en las humildes viviendas de los contornos.” Como resultado los oyentes fueron convencidos que Bunyan era un verdadero predicador que podría ayudar a cualquiera congregación.

La iglesia le nombró diácono y luego predicador laico y Bunyan iba predicando en varios sitios y la bendición del Señor estaba sobre su predicación. Dentro de poco iba adquiriendo fama como predicador del evangelio y muchos se reunían para oírle dondequiera que iba, y muchos se convirtieron, hasta un profesor de la universidad de Cambridge.

En 1656 Bunyan publicó su primer libro, un ataque a las doctrinas de los Cuákeros. El año siguiente defendió sus planteamientos contra un Cuákero que había hecho una respuesta a ese primer libro. En 1658 fue publicado el libro A Few Sighs from Hell (Lamentaciones del infierno) y en 1959, The Doctrine of the Law and Grace Unfolded (La doctrina de la ley y la gracia).

Ahora, como observamos, en el año 1660 Carlos II comenzó a reinar. En ese año había una rebelión por unos religiosos de la “Quinta monarquía” que no aceptaron al rey. Se llamaron de la 5ta monarquía por su interpretación de los 5 reinos presentado en Daniel capítulo 2. Dijeron que eran de la 5ta monarquía que es la del Señor Jesucristo. Fueron aplastados, pero el rey quiso vengarse de los puritanos, bautistas y otros, porque consideró que ellos habían sido los enemigos de su padre y de él también.

Aunque el parlamento no había aprobado todavía leyes de opresión religiosa, sin embargo Bunyan fue prendido por el uso de una ley antigua, no en vigor y en realidad no aplicable, pero fue usada como una excusa para hacerle callar. Bunyan fue encarcelado al fin de 1660 y no fue suelto hasta 1666. No quedó libre por mucho tiempo y fue encarcelado hasta 1672, cuando al fin le dieron su libertad.

Hay razones para creer que Bunyan gozó del favor de uno de los carceleros y en momentos dados pudo salir de la cárcel. Sin embargo, él y su familia pasaron por tiempos sumamente difíciles porque realmente era un prisionero con su libertad grandemente restringido.

Bunyan pudiera haber tenido libertad si hubiera aceptado no predicar más, pero él fue convencido que la predicación del evangelio era su deber y por lo tanto nunca aceptó prometer a las autoridades que no predicaría más. Al contrario, dijo claramente que volvería a predicar si le soltaran de la cárcel. En la prisión hizo encajes que su hija ciega vendía. Leía y escribía también durante los primeros 6 años (como 10 publicaciones hechas), pero nada de Bunyan fue publicado durante los últimos 6 años (con la posible excepción de algo durante su último año en la cárcel).

Por supuesto, ese tiempo era difícil, pero Dios proveyó para él y para su familia. Bunyan se había casado de nuevo en 1659 con una buena mujer cristiana llamada Elizabeth (Isabel). Ella hizo mucho para buscar su libertad, y no hizo nada para socavar las convicciones de Bunyan, muy diferente a la mujer de Job.

Finalmente Bunyan salió de la cárcel en 1672 y fue llamado para ser pastor de la iglesia bautista de Bedford. Aunque predicó en otros lugares, sirvió como pastor hasta su muerte en 1688. Como pastor hizo lo que hacen pastores fieles – predicó, disciplinó, exhortó. Buscó el verdadero bien del pueblo del Señor y que vivieran por la fe en El. Sobrevivieron unas minutas de la iglesia desde los días de Bunyan y han encontrado notas hechas por él mismo sobre casos de disciplina y otros asuntos. Parece que cuidaba la iglesia bien, deseoso que cada miembro anduviera en santidad. Sin embargo, no estaba de acuerdo con todos sus hermanos bautistas.

Ahora hacemos unas observaciones más sobre Bunyan para nuestra información y edificación.

Bunyan era bautista. No creía en el bautismo de los bebés, y tuvo que llevar el reproche que los bautistas hemos llevado por no haber seguido una práctica de una iglesia apóstata. Hay hombres que se rinden en ese punto por motivos que sólo Dios sabe, pero las Escrituras no conducen al camino del bautismo de los bebés.

Bunyan era bautista, pero tenía permiso de predicar y pastorear por una licencia del rey Carlos dada a él como “congregacionalista”. No sabemos porque él aceptó eso, pero debemos creer que no lo hizo en violación de su conciencia.

Bunyan era bautista, pero en unos puntos entró en controversia con otros bautistas, como William Kiffin, porque Bunyan tenía comunión abierta en su iglesia. Cualquier persona que decía ser creyente, no le importaba si esa persona fue bautizada como creyente o como bebé, esa persona fue invitada a participar de la Santa Cena. Los bautistas como Kiffin y otros que firmaron la confesión de 1677 (publicada en 1689) insistieron en el orden de fe, bautismo, comunión con la iglesia. Para ellos como para muchos de nosotros, ese es el orden que las Escrituras señalan. Pero Bunyan no aceptó sus planteamientos.

Como predicador, algunos han comparado a Bunyan con Spurgeon. Era un gran predicador, poderoso por el Espíritu de Dios, y había congregaciones nutridas de personas que querían oírle predicar.

Hay una anécdota que el puritano John Owen tenía algún contacto personal con el rey Carlos II de vez en cuando. Según lo reportado, había una vez que el rey se enteró que Owen había ido a oír a Bunyan predicar. El rey le preguntó porqué un hombre erudito como Owen iría a oír la charla de un calderero. Owen supuestamente contestó que cambiaría toda su erudición para tener el poder que Bunyan tenía en su predicación. No sé la fuente de esto, pero he visto esta cita en varias biografías o memorias de Bunyan.

Bunyan era calvinista estricta en sus creencias, y predicaba la ley y la gracia, pero calurosamente como una persona que ha experimentado el poder de la gracia y sabe lo que la gracia de Dios puede hacer. Sus sermones publicados y todos sus escritos reflejan lo que llamamos calvinismo estricto. Defendió fuertemente la doctrina de la imputación de la justicia de Cristo para la justificación de pecadores, aunque hacia el fin de su ministerio tomó una posición sobre la justificación que tenía más en común con unos antinomios e hiper-calvinistas que con los calvinistas estrictas, afirmando que por la fe los hombres se dan cuenta que ya son justificados en Cristo y por la fe tienen paz.

Bunyan creía en la dirección e iluminación del Espíritu Santo, pero nunca aparte de la revelación de Dios en las Sagradas Escrituras. No era fríamente apegado a su Biblia, sino en comunión con el Señor, buscando la ayuda del Espíritu, estudiaba y predicaba.

Bunyan era pastor fiel que atendía su grey, pero como pastor Bunyan también tomó el tiempo para escribir. Durante los años de ser pastor escribió el Progreso del peregrino (aunque parece que la idea comenzó cuando estaba encarcelado), y La guerra santa y la The Death of Mr. Badman (Muerte del Sr. Hombre-malo), y muchos otros. Entre libros y monografías, hay como 60 cosas que fueron publicados durante la vida y después de la muerte de Bunyan. Era un trabajador incansable. Dice uno de sus biógrafos que solía escribir sus sermones después de predicarlos, algo que exige mucha disciplina. Los libros son prácticos, bíblicos, profundos y sencillos y populares en el estilo. Hay una variedad de estilos literarios usado por Bunyan, pero todos sus libros buscan el bien del pueblo de Dios y la conversión de pecadores.

Bunyan era un hombre fiel. Pensaba en la palabra de Dios y en lo que Dios exige en esa palabra. No quiso hacer a nadie a tropezar. Pensó que hubiera sido infiel a callarse y no predicar el evangelio.

Bunyan era un hombre de mucha humildad. No promovía a sí mismo. Sabemos que escuchó a unas mujeres pobres, les consultaba en sus tiempos de angustia y por ellas recibió ayuda. En su trato con otros, en sus escritos, se nota que no pensaba de sí mismo indebidamente.

Bunyan también era un hombre pacificador. Dice Rodríguez y García, que algunos llamaron a Bunyan el “reconciliador” porque buscaba que la gente viviera en paz. Es notable que Bunyan murió después de un esfuerzo exitoso de persuadir a un padre que no desheredara a su hijo. Bunyan viajó unas cuantas millas para hacer la visita y al regresar le sobrevino una lluvia y se mojó mucho. Llegó a la casa de un amigo pero le alcanzó una fiebre. Bunyan nunca mejoró lo suficiente para regresar a su casa y no sabemos si su esposa pudiera estar con él en la hora de su muerte. Murió con su fe colocada firmemente en el Señor Jesucristo solamente.

Hay muchas cosas que podemos aprender de la vida y los escritos de Bunyan, pero me limito ahora a unas pocas cosas más que me parecen excelentes.

Una de las cosas admirables en Bunyan es su conocimiento de las Escrituras y su precisión como teólogo en muchas áreas. Aun si una persona no está de acuerdo con algunas de sus conclusiones e interpretaciones, nadie puede negar que usó la Biblia para todo y con una lógica fuerte, aunque nunca estudió la lógica como tal, ni latín ni griego ni hebreo. Tenía su Biblia en inglés solamente y no tenía biblioteca. Llegó a leer muy pocos libros escritos por los hombres. Es cierto que sabía escuchar a sermones y parece que conoció personalmente a John Owen y otros eruditos, aunque su contacto con ellos fue bien limitado. Así que, mayor y principalmente con su Biblia en inglés Bunyan dominó áreas difíciles de teología y predicó con gran poder y la bendición del Espíritu Santo, como muchos testificaron, hasta el mismo Owen, como hemos visto.

Sus libros están llenos de citas y frases de las Escrituras y de alusiones a ellas. Spurgeon dijo de Bunyan que su sangre es bíblica. Puede pincharle en cualquier parte de su cuerpo y la Biblia sale. Todos los que saben algo de la Biblia y que han leído sus libros, reconocen que el vocabulario y lenguaje y especialmente la enseñanza son bíblicos.

Si una persona cree en la suficiencia de las Sagradas Escrituras para todo relacionado a la salvación y vida y si una persona cree en la realidad de la iluminación del Espíritu Santo para entender esa revelación y para creer en ella como la palabra de Dios y para vivir conforme a ella por la fe, entonces esa tendrá en Juan Bunyan un ejemplo sobre saliente de esa suficiencia. Alabamos al Dios de toda gracia porque vemos ilustrado maravillosamente en el caso de Juan Bunyan lo que Dios puede hacer con un hombre que, dotado de su gracia y la presencia del Espíritu, estudia detenida, celosa y cuidadosamente su Biblia en su propio idioma. Espero que el ejemplo de Bunyan anime a todos nosotros a vivir en las páginas de las Escrituras Sagradas con un espíritu humilde y con el deseo dado por su Espíritu Santo de saber la voluntad de Dios y hacerla.

Otra manifestación de la bondad y misericordia de Dios que es admirable en la vida de Bunyan es cómo aprendió tanto sin tener el beneficio de conocer la Biblia en su juventud. Después de veinte años comenzó a conocer la Biblia, sin embargo, sobrepasó a muchísimos que como Timoteo habían conocido las Sagradas Escrituras desde su juventud. Digo eso para animar a cualquier que recibe el llamamiento eficaz después de años de pecado. El Señor sabe quitar los años que comieron las langostas y hacer a uno fructificar como si nunca hubiera pasado hambre.

El Señor nos muestra lo que El puede hacer con un hombre que se dedica a escudriñar las Escrituras. Bunyan era mejor teólogo y pastor y predicador que muchos que tenían conocimiento de los idiomas bíblicos. No menospreciamos eso, pero vemos que no es absolutamente necesario para poder predicar con poder.

Apéndice sobre la biografía de Juan Bunyan por Alfredo S. Rodríguez y García.

A mi conocimiento la única biografía de John Bunyan que existe en español es la de Alfredo S. Rodríguez y García, publicado originalmente por Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, Texas, EEUU, en el año 1929. El autor escribió la biografía como 300 años después del nacimiento de Bunyan.

En 1986 el libro fue publicado por CLIE de España, usando una copia del original de Casa Bautista. Todavía estaba disponible en mayo de 2006.

En términos generales es una biografía buena – bien organizada con información sobre los tiempos, vida y carácter de Bunyan y de sus labores como pastor y escritor. El vocabulario usado exigirá el uso de un buen diccionario para algunos, como pasó en el caso mío.

Disfruté mucho el libro. Hay algunas opiniones del autor que no son bíblicas, o que no son presentadas claramente. Un ejemplo es su opinión que no hay pecado grande o chico (página 92). Aun con el “pero” que puso, se quedó corto. Juan 19:11 y otras declaraciones del Señor nos enseñan que hay pecados más grandes que otros. Estamos de acuerdo que la infracción de cualquier ley de Dios es suficiente para condenarnos y solamente la sangre de Jesucristo puede quitar la pena de cualquier pecado.

Hay también unas pocas especulaciones del autor sobre la educación y unas cosas relacionadas a la juventud de Bunyan que parecen más sicológicas que bíblicas, que para mí no contribuyen a la edificación, pero tampoco eran una distracción insuperable.

Y su uso de la palabra “inspirar / inspirado” me parece inadecuado, especialmente en una frase en la introducción debajo de una pintura de Bunyan que se titula “El inspirado soñador”. El biógrafo no pone El peregrino al nivel de la Biblia, pero parece que casi deja la idea de que el Espíritu Santo inspiró el autor sin aclarar bien el asunto que tal inspiración no se puede comparar con la de Moisés y los profetas. Por mi parte prefiero un uso de la palabra “inspirar” más preciso en libros cristianos, de manera que no dejemos la idea en la mente de nadie que el Espíritu Santo hace en algunos todavía lo que hizo en los escritores de las Sagradas Escrituras.

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