Historia del Protestantismo en España Parte: III
Bonifacio Lozano
Mat 24:10 Muchos tropezarán entonces y caerán , y se traicionarán unos a otros, y unos a otros se odiarán.
Mat 24:11 Y se levantarán muchos falsos profetas, y a muchos engañarán.
Mat 24:12 Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará.
Mat 24:13 Pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo.
La tremenda persecución que se desata en España hacia el movimiento reformado, organizado y dirigido desde el poder político en el momento en el que se expande el verdadero evangelio por toda Europa y teniendo como brazo ejecutor al tribunal del santo oficio, desencadena unas consecuencias terribles para la propagación de la fe.
La mas mínima sospecha de que alguien pudiera tener relación con el movimiento reformado implicaba un juicio sumarísimo. La pena de muerte en la hoguera era el castigo habitual, pero previamente, las torturas y los abusos de todo tipo, hacían de la persona en cuestión, poco mas que un desecho humano. Defender la fe, o incluso creer en la fe reformada, no era algo como para que pasase desapercibido en una sociedad donde eras culpable si no se demostraba lo contrario.
Ante tan terrible destino, solo había dos opciones: o enfrentarse a una muerte segura, o bien huir. Las atrocidades del régimen impuesto por Felipe II, y los reyes que vendrán después de él, hacen que aquellos que han conocido la fe, huyan a cualquier otro país de Europa, donde puedan adorar a Dios según sus convicciones. Como comentábamos en nuestro ultimo estudio, numerosos religiosos que habían abrazado la fe, salieron rumbo a Europa con la esperanza de salvar sus vidas y propagar la fe. Ambas cosas fueron cumplidas. Algunos de ellos, como Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, fueron decisivos en la aportación de una Biblia traducida a nuestro idioma con gran divulgación, que nuestros días supera la suma de 2 millones de ejemplares por año. Otros trabajaron y apoyaron distintos ministerios, colaborando con la divulgación de la sana doctrina desde los lugares donde se instalaron, principalmente Suiza, Alemania, Países Bajos e Inglaterra.
Los territorios bajo el gobierno y autoridad de Felipe II eran numerosos. Entre ellos se encontraban los países bajos, que son Holanda, Bélgica y Luxemburgo, donde la fe protestante mantenía su fortaleza debido al apoyo de algunos de los príncipes en contra del monarca español.
En esos territorios Felipe II ordenaba la publicación y cumplimiento de los decretos del Concilio de Trento en todas las ciudades y aldeas de las diecisiete provincias de los paises bajos, mas en todos sus territorios.
Los decretos de Trento, en cuanto a la doctrina, dicen:
Las Sagradas Escrituras y la sagrada tradición, son las fuentes de la fe.
La Sagrada Escritura puede ser interpretada únicamente por el magisterio de la iglesia
El pan y el vino en la eucaristía son real y verdaderamente el cuerpo y la sangre de Cristo.
Para la salvación es necesaria la fe y las buenas obras.
El pecado original afecta a todos los hombres, pero es perdonado por el bautismo
La veneración de los santos no ofende a Dios
Como todos sabéis, los tres pilares de la reforma fueron:
SOLA FIDE – SOLA GRATIA – SOLA SCRIPTURA
La diferencia doctrinal entre la iglesia de Roma y la Reforma, eran completas y opuestas.
Conforme a la política de la casa Real, los decretos de Trento debían ser proclamados en su nombre, no en el del papa. Felipe II se consideraba enviado por Dios para defender la fe, y en numerosas ocasiones hizo gala de sus mas reprochables métodos para acabar con el evangelio.
En los países bajos, donde tenía un enfrentamiento continuo con los poderes locales, las cosas no fueron como a él le hubiera gustado.
Los tribunales de Holanda y Brabante sostuvieron que los decretos infringían sus principios, y se negaron a permitir su publicación. Los magistrados declararon que preferían dimitir, antes que ejecutar decretos que obligarían a quemar a más de 60.000 compatriotas. Cesó el comercio; las industrias murieron; todo quedó paralizado.
Impresos llenos de apasionados llamados al pueblo para que pusiera fin a la tiranía, fueron distribuidos y ansiosamente leídos. En uno de ellos, que tomó forma de carta al rey, se decía:
“Estamos prestos a morir por el Evangelio, pero leemos en él: «Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios». Agradecemos a Dios de que aun nuestros enemigos se ven obligados a testificar de nuestra piedad e inocencia, porque suelen decir: «No jura porque es protestante. No es un inmoral, ni un bebedor, porque pertenece a la nueva secta.» Y, sin embargo, se nos somete a toda clase de castigo que pueda ser inventado para atormentarnos”
En España, fue distinto, Toda oposición, que no era mucha salvo algunos monasterios, fue eliminada radicalmente por medio de la pena de muerte. Con esta situación, lo que pudiera quedar de verdadera iglesia o de testimonio, es barrido por completo, puesto que cualquier indicio de mantener alguna de las doctrinas protestantes, conlleva la pena de muerte.
Con este entorno tan oscuro, no queda lugar para la reforma, y todo vestigio que pueda traer la luz del evangelio es arrancado de raíz. No queda nada. Suponemos que Dios mantuvo un pueblo como en tiempos de Elías, cuando ante el clamor del profeta el Señor le dijo que 7000 israelitas no se habían inclinado ante Baal ni le habían besado. Sea como fuere, la reforma ni siquiera alcanzó las ciudades, se quedó en algunos conventos, y de allí fue vilmente aplastada.
Con esta política de tierra quemada para el evangelio, no hay lugar para que surja nada, sino oscuridad. Y esta es la triste historia que se sucede siglo tras siglo. La leyenda negra que envuelve toda esta parte de la historia de España, encabezada por Felipe II, reconocido públicamente como gran defensor de la fe y de los valores espirituales de occidente, como se le llama, hace que España se constituya como el ultimo reducto del Catolicismo mas atroz, y de lo cual, los poderes políticos hasta no hace mucho, estaban sumamente satisfechos.
Tenemos que llegar hasta el primer tercio del siglo XIX para ver el inicio de un periodo denominado por algunos historiadores como segunda reforma en España en el que tiene lugar el establecimiento formal y el desarrollo de Iglesias e instituciones evangélicas que ha continuado tras diversos avatares hasta el día de hoy.
La reorganización del protestantismo se ve favorecida por la confluencia de al menos tres factores:
A.- El primero y primordial es el incremento de la tolerancia hacia los extranjeros no católicos residentes en España que por motivos de trabajo llegan al país. En 1831 el rey Fernando VII autoriza la construcción de cementerios civiles a los protestantes (todo un hito) pero a los protestantes extranjeros, en los mismos lugares donde debían también enterrarse a los suicidas, y a los de dudosa procedencia, como los árabes. Es todo un logro, porque los protestantes no tenían un lugar para ser enterrados. Los católicos tenían su cementerio, pero allí no había cabida para un muerto protestante.
La disposición real por la que se admite este cementerio, dice:
“…que se observen las formalidades prevenidas a saber: que cierren con tapia, sin Iglesia, capilla ni otra señal de templo, ni culto público ni privado, poniéndose de acuerdo con las autoridades locales”
(Real Orden de Fernando VII de 13 de noviembre de 1831)
Cuando los ingleses, los nórdicos y los españoles que abrazaban la fe protestante no podían ser enterrados en los cementerios, hubo de todo. Cadáveres sepultados en la playa, cadáveres sepultados junto a los caballos que morían en la plaza de toros. Fervorosos creyentes lanzados al mar para pasto de los peces, cuerpos de niños inhumados en los jardines de las fábricas. Realmente, escenas de una pesadilla.
B.- En segundo lugar, la aparición del protestantismo se ver favorecida por la llegada desde el extranjero de misioneros y de españoles protestantes que traen la semilla del evangelio, y que empiezan a comunicar su fe.
C.- Por último, merece la pena citar a los propios evangélicos españoles que desde la clandestinidad y sumando sus esfuerzos al de los anteriores, dieron lugar a la organización (de hecho) de las primeras Iglesias españolas.
Según el historiador Gabino Fernández, la ciudad de Cádiz y el año 1838 es el lugar y fecha de la primera Iglesia Evangélica española que fue fundada Guillermo H. Rule quien a pesar de ser expulsado de España continuó aconsejando a la Iglesia a través del correo.
Pero el Estado sigue manteniendo su intolerancia constitucional a la fe reformada.
Las constituciones y los proyectos constitucionales de principios y mediados del Siglo XIX presentan diferencias en cuanto al talante conservador o liberal, pero muestran muy poco avance en materia religiosa.
Citamos algunos ejemplos:
CONSTITUCION DE 1812. Art.12 – La religión de la nación española es y será perpetuamente, la Católica, Apostólica y Romana, única verdadera. La nación la protege por leyes sabias y justas, y prohíbe el ejercicio de cualquier otra.
CONSTITUCION DE 1837. Art.11 – La nación se obliga a mantener el culto y ministros de la Religión Católica, que es la que profesan los españoles.
CONSTITUCION DE 1845. Art.11 – La religión de la nación española es la Católica, Apostólica y Romana. El Estado se obliga a mantener el culto y sus ministros.
Durante su vigencia se aprobó el Concordato con la Santa Sede de 1851 que señalaba en su art. 1 que “La Religión Católica, Apostólica, Romana, que, con exclusión de cualquier otro culto, continúa siendo la única de la nación española, y se conservará siempre en los dominios de S.M. Católica, con todos los derechos y prerrogativas de que debe gozar según la Ley de Dios y lo dispuesto por los Sagrados Cánones”.
La intervención internacional.
Sin embargo, el proceso de establecimiento de las Iglesias evangélicas no pasó desapercibido a las autoridades y rápidamente se adoptaron medidas de expulsión de los extranjeros y apresamiento de los pastores y responsables de las Iglesias españolas.
“He sido sentenciado a nueve años de presidio. Antes de que ésta llegue a vuestras manos estaré ya sepultado en aquella cloaca inmunda; los de Málaga han sido sentenciados a igual pena y Alhama y Trigo a siete años” (Carta de Manuel Matamoros fechada el 20 de Mayo de 1863 -tres años antes de morir en el exilio-).
Nacido en Lepe (Huelva), en 1834, y muerto en Lausanne, (Suiza) en 1866. A los dos años su familia se traslada a Málaga, de ahí que algunos de sus biógrafos le consideran malagueño. Su padre, Teniente Coronel de Artillería, le destina para la carrera de las armas, por lo que desde 1850 a 1853, estudia en la Academia Militar de Toledo. La muerte del padre y reveses económicos le devuelven a Málaga. Pronto el sorteo militar le obliga incorporarse al 7º Regimiento de África, con sede en Sevilla. Sin embargo, meses antes, en Gibraltar, colonia inglesa radicada en España, había conocido y abrazado el protestantismo. Al testificar su nueva fe entre los compañeros de armas, el capellán le denuncia y exige su degradación (estaba como secretario del Teniente Coronel).
Al regresar a Málaga, se entrega de lleno a la propagación de la Biblia por toda Andalucía. Reúne a simpatizantes dispersos, funda algunas iglesias y organiza la distribución de literatura evangélica. Mientras otros trabajan en el mismo sentido en Andalucía, él pasa a Barcelona a finales de 1859.
Todas estas actividades se celebraban clandestinamente y con gran riesgo. Así, en 1860, a petición del Gobernador Civil de Granada, la policía lo arresta en su domicilio y lo lleva a la Cárcel de Barcelona. Al declarar ante el juez que no pertenecía a la religión católica, quedó preso hasta finales de año. En 1861 pasó a la Cárcel en Granada, donde permaneció hasta 1863. Los atropellos y las intrigas, tratando de comprometerle en revueltas políticas, resultaron inútiles para cambiar su conciencia, pero no su salud. Su pena de 9 años de presidio se conmutó por la del mismo tiempo de destierro. La presión de la Alianza Evangélica Europea y de reconocidas personalidades de otros países lograron frenar la represión activa y que la reina Isabel II conmutara a Manuel Matamoros y sus compañeros la pena de prisión por la de destierro.
Se instala en Francia y Suiza, desde donde trabajará a favor de las menguadas comunidades protestantes españolas, muriendo con apenas 33 años.
El Sexenio democrático 1868 a 1874 (La Revolución de 1968 y la Primera República –1873-)
Tras la revolución de 1868 la situación de los protestantes se vio notablemente favorecida.
¿Son Vds. de aquellos que fueron condenados en Granada porque se decía que no eran buenos cristianos? Sean Vds. bienvenidos. Desde hoy en adelante habrá libertad en nuestra patria, verdadera libertad, acabó la tiranía. Cada hombre será dueño de su conciencia, y podrá profesar la fe que mejor le parezca. Ustedes pueden volver a su país en el primer vapor que salga, y están en libertad de entrar en España con la Biblia bajo el brazo, y predicar las doctrinas en ella contenidas “. (Palabras del General Prim, según las anotó Juan Bautista Cabrera en 1868 en su Diario)
Poco después, el Gobierno provisional, concede mediante decreto la Libertad de cultos en 1868.
La tolerancia hacia el protestante extranjero resulta ser decisiva para el reconocimiento por primera vez en un texto constitucional de la libertad religiosa en España pues, es precisamente de su mano, como se llega a permitir otra religión aparte de la católica para los propios españoles.
Las Cortes Constituyentes, al aprobar la Constitución de 1869, garantizaron la libertad religiosa:
La nación se obliga a mantener el culto y los ministros de la Religión Católica. El ejercicio público o privado de cualquier otro culto queda garantizado a todos los extranjeros residentes en España, sin más limitaciones que las reglas universales de la moral y del derecho.
Si algunos españoles profesasen otra religión que la Católica, es aplicable a los mismos todo lo dispuesto en el párrafo anterior. (Artículo 21 de la Constitución de 1869)
En este periodo se fundaron públicamente Iglesias, escuelas, periódicos, editoriales, hospitales, hogares de ancianos y orfanatos.
En los colegios evangélicos, se instauraron los últimos métodos pedagógicos europeos, abogando por la supresión del axioma de que la letra con sangre entra y favoreciendo una enseñanza plural y mixta al estilo de la Institución Libre de Enseñanza.
Un alemán, Federico Fliedner, funda un colegio en Madrid, que aún pervive, y que funciona como el único colegio protestante en España, aunque también hemos de decir tristemente que tan solo le queda el nombre, porque toda su doctrina ha ido desapareciendo con los avatares sociales y políticos, y sobre todo, por una falta de visión de las autenticas convicciones de su fundador, que hoy ya han dejado de ser entendidas y aplicadas por los que aun se llamas evangélicos, pero que para la pervivencia del centro, prefieren ceñirse a lo establecido por el poder político y por la moda social que nos invade. Este hombre decía:
“Al empezar a establecer nuestras escuelas, nos faltaban todos los libros escolares. No hay cartilla que no lleve un Ave María o el rezo a algún santo. No hay libro de Historia en el que no se presente a Felipe II, que persiguió a la Iglesia de Dios, como defensor de la Fe. Incluso en los libros de Geografía se lee acerca de los países herejes: Inglaterra, Holanda o Prusia. Tales libros no son para nuestros niños. Así que ahora, juntamente con nuestra librería, hemos ido editando, según nos lo permitían los medios y el tiempo, un libro escolar tras otro”. (Federico Fliedner.- 1874)
La carga porque la semilla del evangelio fuera enseñada desde la mas tierna edad, con los recursos que fueran necesarios, fue de una gran aportación para que Dios bendijera ese trabajo y llamase a muchos a la salvación.
También se produjeron decididos esfuerzos en otros planos de índole social como es el caso de la actuación del pastor protestante Antonio Carrasco, un amigo de Castelar, que como vicepresidente de la Sociedad para la abolición de la Esclavitud trabajó eficazmente junto con otros protestantes en pro de la abolición de la esclavitud en las colonias españolas de Puerto Rico y Cuba.
La Restauración (1875 a 1931)
Pero llega una nueva constitución. La Constitución de 1876 reduce la libertad religiosa disfrutada durante el Sexenio, a la mera tolerancia privada.
La religión Católica, Apostólica y Romana es la del Estado. La nación se obliga a mantener el culto y sus ministros. Nadie será molestado en territorio español por sus opiniones religiosas, ni por el ejercicio de su culto respectivo, salvo el respeto debido a la moralidad cristiana. No se permitirán, sin embargo, otras ceremonias ni manifestaciones públicas que las de la religión del Estado.
(Artículo 11 de la Constitución de 1876)
En este nuevo clima, las Iglesias evangélicas continúan el desarrollo de sus instituciones religiosas y sociales aunque de forma más moderada.
“Cuantos en España desean ser honrados consigo mismos y fieles a un pensar que disienta de la religión oficial, saben bien el inmenso número de trabas y molestias que leyes y autoridades presentan en su camino.
El protestante español tiene solo el derecho de ser tolerado. Para casarse por lo civil se le molesta; en el servicio militar se le obliga a actos contrarios a su conciencia, y se le procesa si se resiste; en la muerte, sus familiares se disputan el funeral para que se haga por la Iglesia católica o, si conviene, se niega a la sepultura en el único cementerio de la localidad.” (Suelto, en portada, de “El Socialista”. Madrid, 15 de mayo 1917)
Sin embargo, los protestantes no ceden en su lucha por la Libertad religiosa y organizan en 1910 una Campaña de recogida de firmas en pro de la libertad de cultos. Como resultado se entregan al Gobierno 150.000 firmas. Poco después, Canalejas autoriza que las Iglesias puedan ser identificadas mediante rótulos externos.
– La Segunda República (1931 a 1936)
Al amparo del régimen igualitario y la libertad religiosa proclamada (no sin ciertas restricciones) en la República, los evangélicos españoles vivieron un periodo de cierta estabilidad y crecimiento de sus congregaciones.
CONSTITUCION REPUBLICANA DE 1931
Art. 3.- “El Estado español no tiene religión oficial.”
Una ley especial regulará la total extinción, en un plazo máximo de dos años del presupuesto del Clero. (Aún no se ha cumplido)
Art. 27.- “La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión quedan garantizados en el territorio español, salvo el respeto debido a las exigencias de la moral pública.
Los cementerios estarán sometidos a la jurisdicción civil. No podrá haber en ellos separación de recintos por motivos religiosos.
Todas las confesiones podrán ejercer sus cultos privadamente. Las manifestaciones públicas del culto habrán de ser, en cada caso, autorizadas por el Gobierno. Nadie podrá ser compelido a declarar oficialmente sus creencias religiosas.
La condición religiosa no constituirá circunstancia modificativa de la personalidad civil ni política, salvo lo dispuesto en esta Constitución para el nombramiento de Presidente de la República y para ser Presidente del Consejo de Ministros.”
Es durante estos años, principios del siglo XX, donde hay una fuerte actividad misionera, y una gran demanda de la Palabra de Dios.
Principalmente venidos de Inglaterra, hay un gran numero de hombres que trabajan en la obra misionera, a los que se une un gran grupo de hombres españoles que han sido llamados por Dios, y que son preparados para predicar el evangelio y avanzar en el reino de Cristo. En este sentido, en la ciudad donde yo nací, proveniente de Inglaterra, se instala D. Percy Buffard, que detectando la gran necesidad del evangelio en España, deja todo cuanto tiene en su país natal, su vida cómoda, sus buenas perspectivas de futuro, y viene a España, primero como profesor de Ingles, pero al ver la gran necesidad de la Palabra de Dios, vuelve a su país, se prepara durante 3 años, y regresa para servir a Cristo en medio de su generación.
Son los comienzos del siglo XX, en pleno corazón de una región llamada “la mancha” tierra de D. Quijote, que limita con Madrid por el norte y con Andalucía por el sur, se extiende como una verdadera mancha la fe del evangelio de Jesucristo.
Muchos son los que desean oír mas del evangelio, hay hambre de la Palabra de Dios, y en su providencia, Dios ya ha estado actuando en la zona por medio de hombres que han predicado la Palabra y han estado divulgando la Biblia. Don Percy es llamado para que supervise el terreno, y cuando lo hace, lo considera apto para poder establecerse.
Allí comienza sus trabajos, apoyado por la misión inglesa, y se crea una iglesia, una enfermería, un orfanato, un seminario… vienen hermanas de Inglaterra para hacerse cargo de la enfermería y del orfanato, y prestan ayuda a los mas necesitados, y pronto la iglesia empieza a crecer, hasta tal punto que la casa de la misión no tiene cabida suficiente, y se habilita un lugar de culto permanente en el centro de la ciudad.
Desde allí, en menos de una década, ha habido oportunidad de presentar el evangelio a gran parte de los pueblos de la comarca, hay comezón de oír, y la Palabra de Dios es bendecida. Las conversiones son numerosas, y el establecimiento de lugares de culto prosigue a una velocidad de vértigo. Dios bendice grandemente aquellos años, y la Palabra de Dios es divulgada, es proclamada, es anunciada.
Mi tatarabuelo, hombre de profundas convicciones, y temeroso de Dios, no dejó de asistir a la iglesia de Roma desde su niñez. Una vez casado, y con hijos, obligaba a estos para asistir a la iglesia católica, aunque no se enterasen de nada, puesto que se hablaba en latín. Pero un día, el mensaje del evangelio predicado al aire libre por este misionero, llamó su atención. Escuchó pacientemente y, como ocurriera con Lidia, el Señor abrió un corazón preparado para la semilla del evangelio.
Pertenecer a los protestantes en una sociedad de profundo oscurantismo católico no era otra cosa sino abocarse a la marginación social, a pesar de la tolerancia. Aún hoy, en cierta manera, es así. En aquellos tiempos la realidad era mas cruda. Ser protestante es sinónimo de ser Satanás. Tan profundamente penetró esa idea en la sociedad, que incluso en nuestros días, uno dice que es calvinista, y los mismos evangélicos creen que no puedes ser nada bueno.
Mi tatarabuelo asumió los sufrimientos a los que le llevaría la fe, y de la noche a la mañana cambió radicalmente sus hábitos. En vez de ir a la Iglesia católica, el siguiente domingo se dirigió a la iglesia protestante. No era algo para pasar por alto. Sus hijos eran ya mayores, y habían asistido a la iglesia de roma, en contra de su voluntad, por la obediencia a su padre. Pero ahora veían como su propio padre rechazaba todo cuanto a ellos les había impuesto. Esto trajo enormes conflictos familiares, pero este hombre tuvo clara su llamado por el evangelio, y aunque algunos de sus hijos se negaron a seguirle, otros continuaron su ejemplo, y en obediencia a su padre, asistieron a la iglesia, hasta que Dios en su misericordia tocó sus corazones.
Esta puede ser la misma historia de muchos otros, que están en el olvido, pero que fueron también llamados a formar parte de la iglesia de Dios en aquel lugar, a principios del siglo XX.
Pero en el año 1936 llega la guerra civil, y acaba con mucho de lo avanzado por el evangelio.
LOS EVANGELICOS DURANTE EL RÉGIMEN DEL GENERAL FRANCO
La guerra civil española y el régimen político instaurado tras ella, lesionaron gravemente el Protestantismo.
Aunque no se dispone de estadísticas fiables, se calcula que al final de la guerra habían quedado en España apenas 10.000 protestantes De lo que estamos mas o menos seguros, es que esta cifra puede ser real, ya que en los tiempos que corrían, uno no puede ser protestante por que si, sin pagar un precio. Por lo que en tiempos de persecución, la verdadera iglesia es la que se mantiene.
Es difícil determinar qué bando de la contienda atacó las Iglesias, colegios y cementerios, pero se perdieron escrituras de propiedad, haciendo irrecuperables algunos lugares de culto, y otros bienes fueron clausurados o sufrieron expropiaciones.
Los inicios de la guerra civil vinieron marcados por un ataque frontal de elementos anarquistas y comunistas a los bienes y personal de la iglesia de Roma. Muchos de ellos murieron a mano de estos salteadores, el régimen instaurado fue objeto de atentados por parte de comités socialistas que pretendían llegar al poder por la fuerza, y derrocar al gobierno legítimamente establecido.
Ante la pasividad del gobierno, o quizá ante la debilidad que presentaba, las fuerzas de izquierda pretendieron asestarle un golpe ilegitimo para apropiarse del poder. Ya se habían levantado en armas, y la sociedad estaba muy crispada. En esos momentos, el general Franco decide resolver la situación de caos que se estaba generando, adopta una posición de barrera contra las izquierdas que pretendían quedarse con el poder, y asume un golpe de estado que acaba con las revueltas y con la inestabilidad social.
No pretendo hacer una defensa del golpe de estado, pero tampoco podemos ser ilusos con lo que muchas veces se cuenta. La dirección de los partidos de izquierda llevaba al país a un autentico abismo. Lo que sí queda claro es que la providencia de Dios permitió que ese régimen gobernase España durante 40 años.
La iglesia de Roma, que había sufrido por los ataques anarquistas y socialistas, no tardó nada en acercarse al nuevo poder. Si por algo se caracteriza la iglesia de Roma es por ser un auténtico camaleón. Se adapta a las circunstancias. En España será intransigente. En Estados Unidos tolerante. En Inglaterra, condescendiente. En los países bajos, amigable. En Hispano America, revolucionaria. No hay problema de ningún tipo con tal de que el poder se siga manteniendo bajo su control.
En la época de la dictadura se aprueban nuevas leyes:
“La profesión y práctica de la Religión Católica que es la del Estado español, gozará de la protección oficial, nadie será molestado por sus creencias religiosas ni el ejercicio privado de su culto. No se permitirán otras ceremonias ni manifestaciones externas que las de la religión del Estado.”
(Artículo 6 del Fuero de los Españoles de 1945)
“La nación española considera como un timbre de honor el acatamiento a la ley de Dios según la doctrina de la santa Católica Apostólica y Romana, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional que inspirará la legislación
(Apartado 2 de la ley de los Principios del Movimiento Nacional de 1958)
La Iglesia Evangélica inició este periodo con grandes dificultades. A los sufrimientos que trajo consigo la posguerra, se añadieron los sufrimientos impuestos a las minorías religiosas (judíos y protestantes especialmente) que fueron condenadas a vivir al margen de la legalidad, (el 80 por ciento de las iglesias protestantes clausuradas). Se les colocó el estigma de “rojos (comunista) o masones”, con lo que se añadía un componente político al recelo despertado por el mero hecho de profesar otra religión.
“El protestante español, ha tenido que sufrir una auténtica carrera de obstáculos desde la cuna a la sepultura: “La inscripción del nacimiento. La escuela. Los maestros. Los libros de texto. El servicio militar, Prohibición de contraer matrimonio civil. La apertura o reuniones en los templos. Las reuniones públicas, El trabajo. La imposibilidad de acceder a ciertos cargos públicos, maestros, estudiar en la Escuela Oficial de Periodismo, colegiarse profesionalmente, ser tutores de niños etc. La obtención de pasaporte y los viajes al extranjero. Las sanciones por violar el Orden Público. La impresión de libros o folletos. Las manifestaciones en la calle. El testimonio de la fe… el cementerio.”
En la iglesia de Valdepeñas, durante algunos de esos años, no era raro el domingo que las monjas del lugar llevaban a los niños del colegio a cantar a la puerta de la iglesia en la hora de culto, para interrumpir cuanto pudieran la predicación del evangelio.
El lento proceso hacia la tolerancia . La Comisión de Defensa Evangélica
Ante las dificultades habidas para la convivencia religiosa de las minorías, las Iglesias Evangélicas decidieron organizarse para promover la defensa de la libertad de cultos y la tolerancia. A estos efectos, el 14 de mayo 1956 se constituyó la Comisión de Defensa Evangélica.
“Tiene por objeto esta comisión, unificar el pensamiento y la acción de los cristianos evangélicos españoles, en todas cuantas gestiones sea necesario llevar a cabo ante las autoridades de nuestro país, dada la situación en que nos desenvolvemos como miembros de Iglesias Cristianas disidentes de la religión oficial del Estado”
(Comunicado de constitución de la Comisión de Defensa – Julio de 1956)
La Comisión de Defensa Evangélica trabajó por informar a la prensa e instituciones europeas de la situación que estaba viviendo en España la Iglesia Evangélica. Al mismo tiempo iniciaron contactos con autoridades españolas solicitando el ejercicio de la tolerancia hacia las minorías religiosas.
“Gran parte de la oposición a la libertad religiosa se basa en la ignorancia. Cuando algunos miembros del Gobierno vieron cómo vivía el mundo exterior y cómo las gentes de los demás países reaccionaban ante el trato que reciben los protestantes en España, entonces sus conciencias fueron sacudidas sintiéndose molestos ”
(Fernando María Castiella. En la revista “Liberty”, octubre 1966)
El Ministro Castiella inició el proceso de paulatina reducción de la presión ejercida hacia los protestantes. Favoreció que se abrieran las capillas clausuradas o carentes de permiso gubernamental de apertura. Trazó el camino hacia la tolerancia, entendiendo ésta como la permisividad de actividades privadas a los protestantes y otras minorías.
Un hito importante en este proceso hay que situarlo en 1967 cuando se modificó el Fuero de los Españoles y se procedió a promulgar la ley 44/1967 reguladora del derecho civil a la libertad Religiosa. Mediante esta norma se permitió el acceso a la legalidad de las confesiones “disidentes” y se les garantizó cierto espacio de libertad o mejor dicho de tolerancia religiosa legal sometida a los límites de la moral, el Orden Público y la confesionalidad del Estado.
“1.- El derecho a la libertad religiosa no tendrá más limitaciones que las derivadas del acatamiento de las leyes, del respeto a la religión católica que es la de la nación española y a las otras confesiones religiosas; a la moral, a la paz y a la convivencia públicas, y de los legítimos derechos ajenos como exigencias del orden público.
2.- Se consideran actos especialmente lesivos de los derechos reconocidos en esta ley aquellos que de algún modo supongan coacción física o moral, amenaza, dádiva o promesa, captación engañosa, perturbación de la intimidad personal o familiar y cualquier otra forma ilegítima de persuasión con el fin de ganar adeptos para una determinada creencia o confesión o desviarlos de otra.”
(Artículo 2 de la ley 44/1967 reguladora del derecho civil a la libertad religiosa)
En los aspectos negativos de la ley diremos que a pesar de su nombre, la ley 44/67 fue tan sólo de tolerancia privada y no de auténtica libertad religiosa. El resultado de esta norma fue el mantenimiento de diferentes dificultades o restricciones para el hecho religioso de las confesiones minoritarias. Por ejemplo: Dificultar la realización de actos religiosos fuera de los templos. No realizar propaganda religiosa, ni permitir que sus actos trascendieran al exterior. Limitar la importación de Biblias a una por cada Iglesia y miembro de la misma. Censurar las publicaciones que pudieran ser contrarias a la dogmática católica etc.
LA CONSTITUCION DE 1978 Y EL PROCESO DE NORMALIZACION RELIGIOSA
El nuevo régimen político instaurado con la Constitución Española de 1978 supuso un giro con respecto a la situación anterior. En este sentido, ha sido motivo de alivio y gratitud para los evangélicos españoles que Juan Carlos I apostara incluso desde su primer discurso en favor de la Libertad Religiosa.
“El respeto a la dignidad de la persona que supone el principio de libertad religiosa es un elemento esencial para la armoniosa convivencia de nuestra sociedad.”
(Primer discurso de Juan Carlos I como Rey de España dado el 22 de noviembre de 1975)
La constitución dice:
La libertad religiosa pasa a ser un derecho fundamental, (art. 16) protegido mediante unas garantías especiales (citadas en el artículo cuarto del Título Primero).
Se declara la a confesionalidad del Estado (art. 16.3) y se aplican los principios de igualdad y de no discriminación en materia religiosa (art. 14)
Se introduce el Principio de Cooperación con las confesiones religiosas. (art. 16.3) (Esto quiere decir: da gracias de que aún no te molestamos y te dejamos que mantengas tus lugares de culto)
“1.- Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley. (Artículo 16 de la Constitución de 1978)
Aunque esto dice la constitución, la iglesia católica sigue percibiendo unos 4000 millones de euros. Unos 6000 millones de dólares por año.
Sin embargo, las cosas no son tan fáciles como algunos quieren pintarlas. Aún en nuestros dias decir que eres evangélico te lleva a dos cosas, a que piensen de ti, pobre ignorante, o lo que es peor, que te encasillen con algunos de esos grupos evangelicoides que hacen de todo menos honrar a Dios, con sus cultos bochornosos donde proclaman sanaciones, milagros, y otro tipo de mezquindades, como tristemente ocurre también en otros lugares del mundo.
Las iglesias que mas proliferan son las pentecostales. Le siguen las arminianas. Las reformadas son una minoría. No creo que haya mas de 30 iglesias, entre las que se pueden encontrar algunas presbiterianas.
Las iglesias reformadas son no solo pocas, en un pais con 44 millones de habitantes, sino también reducidas.
Nos sorprende ver una iglesia como esta, donde uno puede ser llevado a venir con una gran multitud de hermanos con quienes unir sus voces y alabanzas a Dios. Pero en España no es así. Imaginaos esta iglesia, que le quitamos la zona de la izquierda, la zona de la derecha, y la zona central la empezamos a borrar hasta quedarnos únicamente con el primer banco, quizá, como mucho, el segundo. Esto es lo habitual, salvo honrosas excepciones. En Madrid, una ciudad con casi 4 millones de habitantes, solo existe una iglesia reformada: la nuestra.
En las otras iglesias, de doctrina arminiana, los asistentes son mas numerosos. Cualquiera puede ser miembro, pero como todos sabeis, tiene mas un componente de club social que de someterse al ministerio fiel de la Palabra y de transformación de vidas. Eso está ausente.
La realidad hoy es:
No hay una comunidad evangelica asentada en doctrina y fuerte para predicar el evangelio.
Existe el buenismo, y el que bonito es todo.
No hay carácter ni principios firmes.
No hay predicación de la palabra de Dios
LBLA Mat 24:12 Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará.
RV60 Mat 24:12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
En tiempos de Felipe II, aunque la maldad era mucha, el ataque al evangelio presentaba un verdadero componente de fidelidad por aquellos que lo defendían. El que era creyente lo demostraba con sus hechos y vivía en consecuencia, muriendo si era necesario o exilandose.
Hoy estamos en la antítesis. Mucha libertad, pero nada de convicciones. Esto lleva a que verdaderos creyentes, que no dudamos que los haya, estén fríos, sin ningún movimiento.
Efectivamente cuando la maldad aumenta, cuando todo vale, cuando los principios dejan de tener el lugar que les corresponde, se acaba cediendo con ese espíritu tolerante que nos invade, a aceptar lo malo como bueno, y a condenar lo bueno como malo, porque es la moda social.
Como decía en uno de los pasados sermones, muchos son los misioneros que llegan a España para despertar un gran avivamiento. Desconocen por completo la historia y tientan a Dios con su conducta prepotente.
Que Dios tiene pueblo es indudable, pero que los tiempos de bonanza y necesidad del evangelio pasaron, es evidente. España siempre fue un pais católico hasta la médula. Durante siglos se impuso esa creencia. El resorte de salir de una dictadura llevó a muchos a irse al otro extremo, negando cualquier cosa que tenga que ver con la iglesia y con Dios. Y esa es la situación en la que estamos. La gente NO QUIERE OIR HABLAR DE DIOS, porque le recuerda a periodos represivos. La gente vive en una sociedad de opulencia, y no necesita a Dios.
Si en un pueblo como Israel, llevaron sobre si el abandono de Dios durante siglos, en un pueblo que vive al margen de Dios, no podemos entender que haya un avivamiento como muchos prometen con su sola presencia.
Esto nos tiene que hacer orar más para que Dios tenga misericordia, y nos use para evangelizar. Nuestro contexto para hacerlo es en el entorno familiar, y en el circulo de amistades más íntimo. No hay otra forma.
No nos podemos desanimar por tener iglesias pequeñas, casi familiares. Es lo que Dios en su providencia nos ha dado, y es allí donde tenemos que trabajar. Para nosotros cobra una total relevancia la promesa de nuestro Señor cuando dijo: Donde estén dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy Yo en medio de ellos. Esa promesa es para nosotros. Somos pocos, pero no estamos desanimados. Sabemos que Dios tiene su tiempo, y sus propósitos son perfectos. Sabemos que es lo que tenemos que hacer. Y oramos al Señor para que nos de fuerzas para seguir trabajando en un terreno que parece ganado por el enemigo.
Orad para que Dios mantenga sus iglesias actuales fieles en el compromiso por la verdad, aunque pasemos por épocas oscuras en las que el evangelio no es predicado desde los pulpitos que deberían hacerlo, y estemos padeciendo una sequía espiritual implacable. Confiamos en Dios y sabemos el precio que tiene servir a Cristo. Orad para por vuestras iglesias hermanas allí, para que el Dios de toda gracia nos siga dando de su Palabra para que podamos ser una luz en medio de tanta oscuridad.
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